Deportes

La violencia es el ‘karma’ del fútbol argentino

El fútbol argentino está enfermo de violencia. Cinco muertos en el último mes, uno de ellos un jugador amateur de una liga local agredido por ‘barras bravas’, simbolizan el estado de degradación del deporte más popular en las tierras del subcampeón del mundo.

La muerte de Franco Nieto, un futbolista amateur de 33 años del club Tiro Federal, de la modesta liga de la ciudad de Aimogasta, en la provincia de La Rioja, nordeste del país, es el último capítulo de una historia que no parece tener solución a corto plazo.

Nieto fue a jugar un partido de fútbol de la liga local entre su equipo y Chacarita. La violencia empezó dentro de la cancha. El árbitro expulsó a tres jugadores de Tiro y a cinco de su rival. A 15 minutos del final Nieto fue alcanzado con un ladrillazo en la cabeza lanzado desde un sector de la hinchada visitante. Murió a las pocas horas en el hospital zonal.

“Lo más increíble es que el hecho tuvo poca repercusión en el país y mucha en el exterior. Parece que se ha naturalizado la muerte en el fútbol. Los ‘barras’ se adueñaron de las canchas, del espectáculo, de todo”, resume a EL TELÉGRAFO el columnista del diario La Nación, Ezequiel Fernández Moores.

Pero la violencia no solo se da dentro de un estadio. El legendario arquero de la selección paraguaya, José Luis Chilavert, entendió que está enquistada en el fútbol argentino desde muy adentro y que será muy difícil erradicarla. Como candidato a vocal por una lista opositora, el recordado portero guaraní se fue dando un portazo del club Vélez Sársfield, donde fue ídolo, tras perder las últimas elecciones celebradas el 15 de noviembre pasado.

“El socio eligió a los violentos en contra de los honestos. La decisión final es no pisar nunca más Vélez Sarsfield mientras estén los violentos que viven de Vélez”, dijo Chilavert en un duro comunicado en el que arremetió contra el presidente electo, Raúl Gámez, antiguo miembro de la barra del club.

En los festejos por su triunfo, Gámez fue fotografiado junto a la hinchada organizada y anunció que no combatirá a estos grupos violentos “porque evidentemente terminás muy mal. Ya dije (…) que iba a tener diálogo” con ellos “para pedirles que ayuden, para tenerlos contenidos”, expresó.

Y añadió: “Nosotros no estamos para controlar las barras. Hay que pedirle ayuda a la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) y a los políticos que los llevan al Mundial. Los ‘barras’ se pelean por un espacio en la hinchada para poder tener un lugar en la política. La policía los detiene y al otro día están libres. La barra tiene un poder adicional que le dio la política”.

Los  temibles ‘barras bravas’ argentinos son utilizados desde hace décadas por la política. No solo luchan por manejar el negocio de la droga en su área de influencia sino también lucran con la reventa de entradas que les entregan por debajo de la mesa y buscan posicionarse como nexos con la dirigencia política. Son utilizados como fuerza de choque, como seguridad en actos o para arriar gente a mítines de algún político. También se encargan de pintar murales o pegar afiches durante las campañas electorales o cobran por mostrar banderas políticas en los partidos. Y hasta logran ocupar espacios de poder en los municipios.

Está en juego mucho dinero. Y son capaces de llegar hasta el homicidio. La AFA pensó que prohibiendo el ingreso de público visitante para evitar encontronazos entre hinchadas rivales solucionaría el problema, pero se equivocó. La pelea por el negocio se da dentro de la propia barra. Distintos sectores de una misma hinchada luchan entre sí para liderarla. La violencia es inevitable.

Además de la absurda muerte de Nieto, en las últimas semanas 4 ‘barras’ murieron en enfrentamientos. Dos de ellos, hinchas de San Telmo, de la cuarta división del fútbol argentino, fueron asesinados en un choque con ‘barras’ de su clásico rival, Dock Sud. Otra víctima fue un hincha de Almirante Brown, de la tercera división, asesinado por un grupo rival de la misma barra. El mismo destino tuvo un hincha de Ituzaingó, de la quinta división, la categoría más pequeña del fútbol argentino. Fue baleado en una refriega entre dos bandas rivales del mismo equipo de la periferia oeste de Buenos Aires antes de un partido oficial. Ir al estadio se ha convertido en una excursión de riesgo en Argentina.

El presidente electo de Vélez, Raúl Gámez, dice que si se enfrenta con la barra terminará mal. “Yo ya dije que no iba a hacer el papel de (Javier) Cantero”, el expresidente de Independiente que prometió erradicar a la ‘barra brava’ del club al asumir en el año 2011. Lo intentó, pero lo dejaron solo. Independiente terminó descendiendo por primera vez en su historia. Y Cantero tuvo que renunciar en abril pasado. El líder de la hinchada, Pablo ‘Bebote’ Álvarez, a quien Cantero le había prohibido el ingreso al estadio, festejó la dimisión en su Facebook mostrando toda su impunidad: “Chau Cantero hijo de puta, ya no sos más presidente y ya no me puedes sancionar, jajaja!”.

Fuente: Diario El Telégrafo.