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Los $2.500 del SOAT no siempre alcanzan para cubrir gastos médicos

El autobús chocó contra el vehículo que conducía Andrés López y lo arrastró 30 metros por la avenida De la Prensa, en el norte de Quito. Ocurrió el 29 de diciembre del 2010. Lo internaron en un hospital privado en donde los USD 2 500 que como máximo cubre el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) se terminaron en el primer día de atenciones. El joven que entonces tenía 23 años permaneció un mes internado. El diagnóstico fue contusión traqueomedular a la altura de la cintura que le hizo perder movilidad en las piernas y no puede caminar. La familia ahora está en deuda en USD 200 000 en los tratamientos. “Lo llevamos a Cuba para que se estabilice (y al menos pueda sentarse en la silla de ruedas)”, dice Kennedy López, padre del chico afectado. Con base en datos del SOAT, Guillermo Abad, director de la organización Justicia Vial, refiere que el 30% de heridos en accidentes de tránsito tiene lesiones que superan los USD 2 500 en gastos médicos. La Agencia Nacional de Tránsito reportó 22 868 lesionados entre enero y octubre del 2014. Uno de ellos es el quiteño José Villavicencio, de 57 años. A las 06:40 del 19 de agosto pasado, él sufrió un siniestro en la avenida Simón Bolívar, a la altura de la entrada a Nayón (Quito). Un camión blanco se subió al parterre y le chocó. El parabrisas de su Grand Vitara se impactó contra su rostro y le causó 17 fracturas. Él fue llevado primero a un dispensario público en donde no le cobraron la atención y le dieron de alta el mismo día que llegó. Luego acudió a una clínica privada y allí permaneció internado 10 días. Ha gastado USD 10 000 en medicinas y los chequeos médicos. Esto incluye una cirugía de la cara para reconstruirle la nariz y los pómulos. “Desconozco si el SOAT me ha ayudado. Ahora que me siento mejor de salud, averiguo si el seguro se utilizó o no. Hice un préstamo al banco para pagar los tratamientos”. En cinco días se cumplirá un mes del accidente de Panamericana en el que los padres de Elena Mejía, de 33 años, murieron. Otros cuatro de sus familiares resultaron heridos: su hermana, su tía y los dos hijos de esta última. USD 5 000 fue el monto que cubrió el SOAT por ellos y actualmente se recuperan. Su tía tiene perforado el pulmón y un desgarro en el brazo; su hermana requiere de una operación en la quijada porque se rompió la mandíbula. Ella pide que Panamericana se haga cargo de la recuperación de sus parientes. La firma ha reiterado que sí se responsabilizará por los heridos. En el caso de López, el joven y su familia recibieron una indemnización, pero “el dinero no compensa ver en una silla de ruedas a alguien que fue hasta deportista”, narra el padre. ¿Los USD 2 500 que proporciona el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito son suficientes para atender a los lesionados en siniestros viales? Datos del SOAT indican que más de 250 000 personas se beneficiaron de este servicio desde su creación en el 2007. Víctor Jiménez es director ejecutivo de la Comisión Interinstitucional de Educación y Seguridad vial (Covial). Dice que el monto del seguro de accidentes es efectivo y cubre la mayoría de percances que se registran. Además, el promedio de facturación en gastos médicos por cada herido está entre USD 900 y 1 100. Entre los gastos que cubre el SOAT también constan los USD 400 que reciben los familiares de las víctimas por gastos funerarios. Sin embargo, hay casos en los que esa cantidad resulta insuficiente. La tía de Viviana Viteri fue atropellada el 26 de agosto de este año en el norte de Quito. La mujer de 71 años iba a cruzar la calle cuando una buseta la golpeó y voló cerca de 30 metros. Los huesos del cráneo de la víctima se impregnaron en el cerebro y sus costillas se rompieron. La mujer murió horas después en una clínica privada por la gravedad de las heridas. El SOAT cubrió los USD 2 500 por las dos horas que la mujer estuvo en emergencias. Pero por los gastos funerarios, Viteri canceló USD 5 000 y lo que recibió no le alcanzó, pues debió pagar el alquiler de la sala de velaciones, los arreglos florales, un ataúd, un rosario, una biblia y una cinta con el nombre de la fallecida. Los gastos son altos, dice el papá de Andrés. Actualmente, el joven utiliza todos los días un pañal especial. El paquete que le dura un mes le cuesta USD 20. Además, cada año debe realizarse resonancias magnéticas que le cuestan USD 250. Solo en medicamentos para evitar la infección en las vías urinarias paga USD 37 por 10 tabletas. Pese a su problema, el joven trabaja como ingeniero automotriz en una empresa.

Fuente: Diario El Comercio