El fisicoculturismo los alejó de otras disciplinas
Tres medallas de plata y los reconocimientos por dos quintos lugares y un sexto puesto ingresaron a las vitrinas de Ecuador gracias a la delegación que participó en el Campeonato Mundial de Fisicoculturismo y Fitness Júnior y Máster de 2014, que se efectuó del 4 al 6 de este mes en Morelia, México.
Fausto Caicedo, Daniel Luna y Darío Molina ascendieron al segundo peldaño del podio, mientras Paula Herrera y Víctor Charcopa quedaron quintos en sus categorías. Roberto Granda, en tanto, accedió a la final de su clase y se colocó sexto.
Lo curioso de 4 de estos exponentes es que sus carreras deportivas no comenzaron con las pesas y las máquinas, sino en otros espacios deportivos.
El gimnasta
La vida de gimnasio para Darío Molina (20 años) empezó en 2012, luego de abandonar los estudios de gastronomía en la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE). Vinculado desde los 6 años a la gimnasia olímpica, pese a tener buena mano para la cocina, se convenció de que lo suyo era el deporte.
La capacitación en cultura física no la arranca aún porque, por lo pronto, está encandilado con el men’s fitness, modalidad que le permite mezclar todo lo que sabe: rutinas de ejercicios para las coreografías, ejercicio muscular y recetas especiales, bajas en grasas, dedicadas a complementar su preparación.
Estos conocimientos, más la guía del colombiano Wilbert Pérez, instructor de la Federación Ecuatoriana de Fisicoculturismo y Levantamiento de Potencia (Feficulp), le otorgaron rápidos progresos, al punto de que en esta temporada conquistó la presea de oro sudamericana y la de plata en la justa planetaria, ambas en la categoría juvenil. Su reto para 2015 es subir a la grada más alta del mundial.
“Tengo que mejorar en las poses, hay mucho nivel en los atletas europeos. Si me esfuerzo los puedo superar”, dice el capitalino, que dedica sus hazañas a su hijo Estéfano (3 meses) y su novia Jéssica Jiménez.
El futbolista
Nunca le gustó estudiar, así que después de terminar el primer curso dejó el colegio y decidió probar suerte en el balompié, al que creía su razón de ser. Se mudó desde Esmeraldas a Guayaquil y encontró cabida en el club Calvi.
Pero la ilusión no duró mucho. Una discusión con el director técnico, que le culpó por perder la final del torneo Sub-15 de Guayas, le obligó a renunciar y buscar empleo como cualquier otra persona. Luego de 7 años de ejercer varios trabajos, entre ellos en el área de mantenimiento de una importadora de vehículos, ingresó a un gimnasio y su viaje existencial encontró nuevo sentido.
Ahora, con 40 años a cuestas y una lista enorme de títulos sudamericanos, panamericanos, iberoamericanos y nacionales, Caicedo disfruta del subcampeonato mundial de los 90 kilos máster (40-49 años), una distinción que le faltaba a su dilatada trayectoria.
La peleadora
En 9 meses, la cotidianidad de Paula Herrera se transformó. Pasó de lanzar golpes a esculpir su figura. Y aunque siempre permaneció en el ámbito de aficionada, durante 4 años se relacionó con las artes marciales mixtas: boxeo, taekwondo, muay thai, judo, lucha, jiu jitsu, etc.
Cuando ingresó al gimnasio Fuerza & Figura de Quito, solo lo hizo por mantenerse en forma. Fue Juan Paredes, presidente de la Feficulp, quien vio en ella un potencial innato para el bikini fitness, una variante que consiste en tonificar los músculos y denotarlos, sin exceder su desarrollo.
“Hay personas que ven en uno lo que ni siquiera uno mismo encuentra. Gracias a Juan Paredes y Wilbert Pérez por confiar en mí”, reflexiona Paula, quien nació en Zumba (Zamora Chinchipe) hace 22 años y que en poco tiempo se consagró Miss Ecuador Júnior 2014, vicecampeona sudamericana y quinta a escala global. Nada mal para ser su primer año en torneos oficiales.
Multifacético
Tras ubicarse quinto en el evento universal en la clase 60-65 años, Víctor Charcopa (63 años) adelanta que puede retirarse en paz. Campeón continental y surcontinental, este esmeraldeño cuenta que antes de ser ‘pepudo’ representó al país en pentatlón militar, taekwondo, boxeo y balompié. “No todos podemos clasificar a un mundial, así que avanzar a la final es una satisfacción”, precisa el excombatiente en las guerras de Paquisha y el Cenepa.
Fuente: Diario El Telégrafo.