Los policías y estudiantes denuncian violencia
El policía apareció vestido con traje antimotines negro, casco y llevaba un escudo transparente en su mano izquierda. En segundos, levantó su brazo derecho y lanzó un golpe en la cara de un joven. El hecho ocurrió en las afueras del Colegio Montúfar, del sur de Quito. El agredido fue llevado por los uniformados, quienes lo tomaron por el brazo. Otras escenas similares se repitieron en el mismo lugar: agentes golpearon con toletes a los estudiantes que se encontraban en el puente peatonal. Uno trató de escapar y un agente lo tomó del cuello y lo bajó. Estas imágenes circulan en videos que fueron colgados en Internet. En algunas se observa que en los escudos de los uniformados está escrita la frase: “Soy policía y hermano también. Manifiéstate en paz”. Ayer, 21 de septiembre, el presidente Rafael Correa señaló en su cuenta de Twitter que habrá sanciones. “Felicitaciones a nuestra Policía por su muestra de profesionalismo. Lamentablemente se ha tenido que sancionar a unos pocos que cayeron en provocaciones”, manifestó. Durante las protestas de la semana pasada, 70 mayores de edad fueron detenidos para las investigaciones. A otros 57 los detuvieron el 18 de septiembre. Policías heridos 34 uniformados resultaron heridos en las protestas. El más grave es el cabo segundo Vicente T., de 30 años. Los médicos dicen que sufrió “fuertes lesiones” en la cadera. Fue operado la semana pasada. Alfredo Proaño, director del Hospital de la Policía, informó que el uniformado será intervenido nuevamente y que su recuperación durará ocho meses. El agente no puede caminar por las heridas. Ayer, él se encontraba junto a su esposa, Ana C., en esa casa de salud. Tenía los ojos morados debido a que recibió el impacto de una piedra en la cara y moretones en las extremidades. “Sentí el impacto de una roca en la cabeza. El casco absorbió el golpe y se partió, pero comencé a sangrar de la nariz. Nos caímos de la motocicleta y sentí que decenas de personas se acercaron a patearme. Ahí me lesioné”, cuenta. Ana C. llora al ver que su esposo está lesionado. Lo acompaña todo el día y cuenta que su hijo de ocho años es el que más sufre por lo sucedido. “Hasta su rendimiento en la escuela ha disminuido por el problema”. Vicente T. es el único que permanecerá un mes más bajo observación médica en el hospital, pues los otros gendarmes que estaban allí ya fueron dados de alta. La última en salir, la tarde de ayer, fue la policía Gladys C., de 27 años. La mujer pertenece a la Unidad de Mantenimiento del Orden Público. Junto con su madre, recordó que una piedra le cayó en la cabeza y que el casco le protegió. “Al principio caminé tras el golpe, pero luego me desmayé del dolor”. El hecho ocurrió en las inmediaciones del Colegio Mejía. Los médicos le dieron reposo por 8 días. Estudiantes sancionados Ayer, las puertas del Colegio Mejía se convirtieron en un lugar para el reclamo. Alumnos, padres, maestros, cada uno tenía su argumento de protesta. Los estudiantes colgaron pancartas en las cuales decían que no son parte del Movimiento Popular Democrático (MPD), que tampoco son terroristas. Mauricio Chiluisa, presidente de la Federación de Estudiantes Secundarios (FESE), anunció que las movilizaciones se mantendrán hasta lograr la libertad de sus 54 compañeros apresados y preguntó al presidente Rafael Correa si el Gobierno también se hará cargo de los estudiantes heridos por la Policía. En eso coincidieron ayer los padres de familia. Alicia B., madre de uno de los heridos, denunció que fue atropellado por dos motocicletas de la Policía y golpeado por siete agentes, por lo que tuvo que ser llevado al hospital y hasta ahora no puede caminar. María D. contó algo similar, cuando su hijo menor de edad fue liberado estaba golpeado en la cara y los brazos. Su hijo mayor sigue detenido. Los padres de familia manifestaron que buscarán asesoría legal del Colegio de Abogados de Pichincha, para que los defienda en el proceso legal que se ha iniciado. Ayer por la mañana, registraron sus nombres en esa dependencia. Además de la investigación penal, el Ministerio del Interior dijo que los alumnos que participaron en las protestas serán expulsados de los colegios. En contexto Las marchas del 17 de septiembre pasado se realizaron en Quito para protestar por supuestas dificultades que afrontan los jóvenes para ingresar a los centros superiores, una posible alza de los pasajes del servicio de transporte urbano y el alto costo de la vida.
Fuente: Diario El Comercio