Deportes

Ecuador y Argentina esperan dar la sorpresa

Ecuador nutre su historia en el fútbol femenino, no solo porque clasificó a los Juegos Panamericanos Toronto 2015, sino porque tendrá la oportunidad de acceder a su primer mundial (Canadá 2015) y a sus primeras olimpiadas (Río de Janeiro 2016). Obtendrá boleto para ambos si consigue el título en el cuadrangular final, donde rivalizará con Brasil, Colombia y Argentina.

Pero la tarea no será fácil, si bien la Tricolor se metió entre los finalistas, es el equipo con rendimiento más bajo entre los 4 calificados. Su total, 6 puntos y 0 de gol diferencia, es inferior al de Paraguay (6 puntos +5) y Chile (6 puntos +1), que con mejor gol diferencia quedaron eliminados en el grupo B.

No obstante, a criterio de Antonio Pozo, presidente de la Comisión de Fútbol Femenino de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), es rescatable obtener presencia en una competición internacional de ciclo olímpico, apenas 2 años después de instituirse el Campeonato Nacional Femenino de la primera A.

Las jugadoras que alimentan a la selección absoluta y a los combinados juveniles surgen en los clubes de la justa nacional, que -por no contar aún con torneos de divisiones formativas- admite a exponentes desde los 13 años.

Los favoritos no tienen liga

Una circunstancia que, sin duda, llama la atención es el nivel técnico de Brasil y Colombia, naciones donde no se formalizan todavía ligas femeninas de balompié. En el país del Carnaval, los intentos de constituir la Copa de Brasil chocan con la falta de respaldo de las empresas privadas y de los aficionados. Incluso de las mujeres, quienes mantienen preferencia por los campeonatos masculinos.

Mabel Velarde, quien integró la ‘Tri’ que representó a Ecuador en los Juegos Panamericanos Río de Janeiro 2007 y actuó en Boca Juniors de Buenos Aires entre 2011 y 2012, confirma que, pese a la gran afición por el rey de los deportes en Brasil, es complicado aún afianzar una liga femenina. Mientras en Argentina, aunque existe certamen local, no deja por completo de ser amateur.

En Colombia, en tanto, de lo que conoce, sin haber impulsado una competencia oficial, su técnica crece debido a que muchas jugadoras participan en justas del exterior. De hecho, 8 ‘cafeteras’ militan en clubes de Estados Unidos y una está en el balompié de Suecia. “Lo que no tengo claro es cómo las colombianas consiguen becas en Estados Unidos, situación muy positiva porque van a una de las potencias del fútbol mundial femenino”.

En Brasil, algunas jugadoras se forjan de manera informal y son reclutadas para la selección. Pese a los problemas sexistas que impiden consolidar una lid interclubes, la Verdeamarela domina los torneos de la región, tanto a escala de equipos como de selecciones. A eso se suma que varias de sus figuras destacan en el exterior, tal es el caso de Cristiane Rozeira, del WFC Rossiyanka, de Rusia.

La Albiceleste no se queda atrás, Estefanía Banini está en el Colo Colo de Chile, donde sí existe torneo de primera, y Marianela Szimanowsky integra filas del Rayo Vallecano de España.

La desventaja para Ecuador es ese roce, que las futbolistas suplen -por ahora- con actitud.

Fuente: El Telégrafo.