Lionel Messi enloquece a los aficionados de Belo Horizonte
Lionel Messi logró hoy derribar la histórica rivalidad entre Argentina y Brasil, cuando más de 6.500 personas, en su mayoría brasileños, lo ovacionaron al grito de “Argentina, Argentina” durante un entrenamiento abierto de la selección ‘albiceleste’ en Belo Horizonte.
“Messi es el mejor jugador del mundo, a Neymar le falta mucho todavía para alcanzarlo”, aseguró a dpa Vivianne, una joven mineira que llegó al estadio Indepedencia para ver de cerca al crack del FC Barcelona y la selección argentina.
Los hinchas colmaron gran parte de las tribunas del estadio que fue sede del Mundial de 1950 para presenciar la breve práctica que dirigió Alejandro Sabella. Fueron poco más de 30 minutos en los que los jugadores entraron en calor, hicieron juegos con el balón y luego deleitaron a la multitud con una exhibición de fútbol tenis.
En cuatro minicanchas paralelas, los futbolistas argentinos demostraron su habilidad futbolera. Messi jugó junto a Ángel Di María y Fernando Gago contra Lucas Biglia, Sergio Agüero y Ezequiel Lavezzi, seguidos muy atentamente por la tribuna más cercana que aplaudió, gritó y lamentó la suerte de cada pelota.
Más allá de pequeños grupos de hinchas argentinos, ya que todavía no son muchos los que llegaron a Belo Horizonte a alentar a la selección, los brasileños lucieron muchas camisetas albicelestes, en su mayoría la número 10 de Messi, y también las del Atlético, que alberga al conjunto ‘albiceleste’ en su complejo Cidade do Galo.
Los “torcedores” del Mineiro tienen un especial afecto por Sabella, porque cuando fue técnico de Estudiantes de La Plata derrotó a su archirrival Cruzeiro en la final de la Copa Libertadores de 2009.
“Argentina va a ganar la Copa”, pronosticó Guillermo, un joven de Belo Horizonte fanático de Messi e Higuaín, frente a la mirada enojada de sus amigos, que lo reprendieron y sólo le permitieron soñar con una final con Brasil, que ganará el local, obviamente.
“Venimos a ver a Messi, Di María, Higuaín”, un equipazo, aseguraron por su parte los colombianos Esteban y Juan, que se quedaron sin entradas para ver el entrenamiento. Miles de personas hicieron extensas filas el lunes para conseguir los tickets, que se agotaron en pocas horas.
El argentino Juan y su novia mineira Alina decidieron comprar las entradas en la reventa, a 40 reales (20 dólares) cada una. La joven brasileña se declaró hincha argentina no sólo por amor a su pareja sino porque “la selección de Messi es mucho mejor, con certeza”. “Neymar todavía es un chico”, aseveró.
Tres jóvenes adolescentes, rubias y con vestimenta bien ajustada, rompieron en tanto todos los prejuicios al ir abrazadas una con camiseta del Cruzeiro, otra con la del Atlética y la tercera con los colores ‘albicelestes’.
“Me encanta Argentina, me gusta el país, su gente y su selección. Es la primera vez que puedo ver a su equipo. Argentina va a ganar el Mundial, sus jugadores ponen más fuerza”, señaló Marina, orgullosa de su camiseta. “Me gusta mucho Messi, pero en mi corazón está con (Juan Pablo) Sorín” el exjugador argentino que tuvo una gran trayectoria en el Cruzeiro, agregó.
El entrenamiento abierto, obligatorio según el programa de la FIFA antes del Mundial, terminó sin embargo un poco accidentado, cuando varios jóvenes y niños saltaron al campo de juego para saludar a Messi.
Un joven se inclinó en una ampulosa reverencia frente al sorprendido delantero, mientras los guardias de seguridad intentaban retirarlo. De inmediato, jugadores, miembros del cuerpo técnico y personal de seguridad armaron un cordón alrededor de Messi y aceleraron la salida rumbo al ómnibus que los trasladaría de regreso a Cidade do Galo, distante unos 30 kilómetros del estadio.
La pasión por Messi se repite en distintos puntos de la extensa geografía brasileña. Desde los pequeños que llevan su camiseta en el nordeste hasta el dueño de un restaurante en el pequeño poblado de Porto Feliz, cercano a San Pablo. “Voy a hinchar por Messi y los argentinos, me gusta mucho su forma de jugar. Estoy enojado con Brasil, derrocharon mucho dinero con este Mundial”, aseguró.
“Ojalá que pueda jugar con Neymar la final”, deseó el propio Messi. “Pero si no es contra él, que sea cualquier equipo”, señaló el crack la emisora argentina DeporTV, sediento de su única asignatura pendiente: ganar un Mundial.