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Comerciantes registran pérdidas por protestas.

Aunque todavía es muy pronto para hacer cálculos certeros de las pérdidas económicas en el sector comercial y empresarial por las manifestaciones y cierres de vías, los comerciantes tienen pérdidas.

El Centro Histórico luce desolado. Las puertas de la mayoría de los locales que funcionan en las calles Simón Bolívar, Benigno Malo, Sucre, Padre Aguirre y Presidente Córdova permanecen cerradas.

Esto, toda vez que la Policía tiene que acordonar el sector por las protestas que se registran en la ciudad desde el 3 de octubre, luego de que el presidente Lenín Moreno anunciara las medidas económicas.

Los comerciantes expresan que estos últimos sietes días han sido de pérdidas. Las ventas, según explican, han sido nulas y los empleados solo van a sus trabajos a cumplir horario porque a mitad de mañana o a la hora que inicia la “batalla” entre policías y manifestantes deben salir.

“Desde el jueves no hemos vendidos nada, porque más lueguito pasa la Policía y ya nos obliga a cerrar el establecimiento. Estamos en la ruina, solo el sábado se trabajó en la mañana”, aseguró Melva Roldán, empleada de la Botica Central en la Simón Bolívar.

Las pérdidas en estos días, según cálculos de Roldán, han sido de 7.000 dólares y solo tiene el local del Centro Histórico, que es patrimonio, no tienen otro espacio para poder vender.

Aunque todavía es muy pronto para saber la cifra real de pérdidas en el sector comercial, el Director Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cuenca, Jaime Moreno, aseguró que sin duda tanto empleados como dueños de comercio han tenido pérdidas económicas significativas.

“Creemos que todos tenemos derecho a la protesta y a manifestar nuestro descontento, pero no a dañar el patrimonio e impedir que otros trabajen”, reflexiona Moreno.

Mientras que en la calle Luis Cordero, el administrador del Cinema Café, Nacho Peña, asegura que este mes será cuesta arriba pagar los servicios, arriendos, deudas y los sueldos a los trabajadores porque las ventas han sido muy pocas.

El alcalde de Cuenca, Pedro Palacios, por su parte declaró que el domingo, 6 de octubre, “prácticamente se perdieron 40.000 litros de leche de una fábrica de la ciudad. Se dañaron porque no se ´pudo recolectar la leche y llegar a los cuartos fríos”.

También aseguró que al día de hoy algunas empresas no tienen combustible o materia prima y eso significa 500, 1.000 y 2.000 personas que no pueden seguir laborando.

Los dueños de bares y sitios de comida que funcionan en la calle Larga también están atravesando unos días de bajas ventas por el decreto presidencial 888 que dictó toque desde las 20:00 hasta las 5:00.

A fines de septiembre, los comerciantes se preparaban para el feriado por las independencias de Guayaquil, de Cuenca y por la época de Navidad, pero todo paró.

 

FUENTE: EL TIEMPO