Land Rover reinventa el Defender
De especialista 4×4 a todoterreno familiar. El nuevo Land Rover Defender recoge un legado con 71 años de historia y, como no podía ser de otra manera forma, se parece al original. Y mantiene también su espíritu funcional y sus recursos off road, aunque con una interpretación más versátil, porque ahora permite afrontar viajes con el confort y prestaciones de un SUV, y utilizarlo incluso como coche único para todo.
Estará disponible con dos carrocerías, que mantienen la misma denominación que tenían en el modelo tradicional: 90 o de tres puertas (4,32 metros de longitud) y 110 o de cinco (4,76 metros).
Las dos incluyen de serie cambio automático de ocho marchas, tracción 4×4 y reductora, y se venderán desde 54.800 y 61.300 euros, respectivamente. Llegará a España la próxima primavera.
El Land Rover Defender del siglo XXI presenta un diseño cuadrado y robusto que recuerda al del primer modelo. Y se suma a ese club de coches que han conseguido actualizar con éxito un diseño clásico, como ya hicieran los Mini, Fiat 500 y Volkswagen Beetle, entre otros.
Land Rover cuida el interior mucho más que antes, aunque recoge todavía detalles sufridos, como el piso de goma, en vez de moqueta, que facilita la limpieza de la cabina. Y la mecánica gana sofisticación, porque los motores son más potentes, puede incluir suspensión neumática de altura regulable y la estructura pasar a ser monocasco, como los turismos, para mejorar el comportamiento en carretera. Está fabricada en aluminio y destaca por su ligereza y rigidez.
La paleta mecánica del Land Rover Defender contempla cuatro motores, dos de gasolina (2.0 turbo de 300 CV y 3.0 turbo de 400 CV) y otros dos diésel (2.0 turbo de 200 y 240 CV) que aportan un gasto medio oficial desde 7,6 litros cada 100 kilómetros (NEDC correlacionado). Y por su mayor potencia y eficiencia, mejoran las prestaciones y consumos y sientan las bases, junto con el nuevo chasis, para poder viajar con mayor desahogo.
La suspensión neumática refuerza el confort y permite bajar la carrocería dos centímetros para mejorar la estabilidad y subirla hasta cinco para superar obstáculos y potenciar los recursos fuera del asfalto. En este modo, el Land Rover Defender supera pendientes de 45 grados y puede vadear cauces de agua de casi un metro de profundidad (90 centímetros). También se pueden bloquear los diferenciales central y trasero, y ver dónde pisan las ruedas a través de cámaras especiales.
Entre las curiosidades destaca el número de plazas, porque la carrocería 90 puede incluir cinco o seis asientos (hay uno frontal central plegable, que reemplaza a la consola donde se apoya el codo) y la 110, cinco, seis y hasta siete butacas. Por lo demás, se ofrecerán cinco acabados y cuatro paquetes de personalización (Explorer, Adventure, Country y Urban), aparte de un catálogo con hasta 170 accesorios diferentes: cabestrante, carpa de techo, toldos, enganche para remolques…
Fuente: www.motor.elpais.com
PI