Los optimistas duermen más y mejor
La privación del sueño es un importante problema de salud pública. Existen varias cosas que pueden ayudar a mejorar el sueño, como comprar un colchón nuevo, limitar el consumo de alcohol al anochecer, hacer ejercicio regularmente y usar estrictamente el dormitorio para descansar.
Una nueva investigación sugiere que podría haber otro ingrediente más, aunque más difícil de obtener que un colchón nuevo: ser optimista.
El estudio, que aparece en la revista Behavioral Medicine, ha descubierto que los optimistas tienden a dormir mejor. Este es un hallazgo que se basa en estudios previos que han sugerido que los optimistas tienen una mejor salud cardiovascular.
Estudiando el sueño y el optimismo
Los investigadores, liderados por Rosalba Hernández, profesora asistente en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (EE. UU.), examinaron a 3.548 participantes, de edades entre 32 y 51 años, que participaron en el estudio de Desarrollo de riesgo de arterias coronarias en adultos jóvenes (CARDIA).
Los participantes eran adultos blancos y afroamericanos no hispanos que vivían en Birmingham, Alabama, Oakland, California, Chicago, Illinois y Minneapolis, Minnesota, entre otras regiones de EE. UU.
Para evaluar el optimismo de los participantes, los expertos les pidieron que expresaran su acuerdo con una serie de declaraciones utilizando una escala Likert de cinco puntos, que van desde “totalmente de acuerdo” hasta “totalmente en desacuerdo”. Las declaraciones incluyeron las respuestas positivas (“Siempre soy optimista sobre mi futuro”) y las negativas (como “Casi no espero que las cosas salgan a mi manera”). El puntaje resultante de la encuesta varió de 6 a 30, siendo 30 el más optimista.
Como parte del estudio CARDIA, los participantes informaron sobre la calidad de su sueño dos veces, con 5 años de diferencia, mencionando la cantidad de horas que dormían regularmente y cualquier síntoma de insomnio. Algunos participantes también completaron el Índice de calidad del sueño de Pittsburgh y la Escala de somnolencia de Epworth, y usaron monitores de actividad que midieron objetivamente cuánto tiempo estuvieron profundamente dormidos y cuán inquietos estuvieron durante la noche.
Para evaluar el vínculo entre el optimismo y la calidad del sueño, los investigadores aplicaron análisis de regresión multivariante.
Los optimistas son 74% menos propensos a tener insomnio
El estudio reveló que cada aumento en la “desviación estándar”, es decir, la distancia estándar entre dos puntos de datos, se correlacionó con un aumento del 78% en las probabilidades de una mejor calidad del sueño.
Los participantes con puntajes más altos también tenían más probabilidades de dormir durante 6 a 9 horas cada noche y un 74% menos de probabilidades de tener insomnio.
“Los resultados de este estudio revelaron asociaciones significativas entre el optimismo y varias características del sueño después de ajustar una amplia gama de variables, incluidas las características sociodemográficas, las condiciones de salud y los síntomas depresivos“, comenta Hernández.
“La falta de sueño [saludable] es un problema de salud pública, ya que la mala calidad del sueño se asocia con múltiples problemas de salud, incluidos mayores riesgos de obesidad, hipertensión y mortalidad por todas las causas”, agrega la experta. “El optimismo, la creencia de que ocurrirán cosas positivas en el futuro, se ha convertido en un activo psicológico de particular relevancia para la supervivencia libre de enfermedades y una salud mejor“.
Aunque los hallazgos son puramente observacionales, los autores del estudio especulan sobre un posible mecanismo que pueda explicarlos.
“Es más probable que los optimistas se involucren en un afrontamiento activo centrado en problemas e interpreten eventos estresantes de manera más positiva, reduciendo la preocupación y los pensamientos reflexivos cuando se están quedando dormidos y durante todo su ciclo de sueño”, concluye Hernández.
Fuente: www.muyinteresante.es
PI