Jefferson Pérez recibe una Chakana por su gesta de 1996
A 40 km de Cuenca, a una altura de 3.900 m.s.n.m., rodeados de aire puro, de paisajes únicos, de un silencio que inyecta energía, que fortalece el alma y el espíritu… cerca de un centenar de personas se dieron cita a la laguna Toreadora, en el Parque Nacional Cajas, para conmemorar los 23 años de aquella gesta histórica que aún no se podido reeditar: la medalla de oro alcanzada por Jefferson Pérez un 26 de julio de 1996 en Atlanta, Estados Unidos, durante los Juegos Olímpicos de Verano.
Entre los invitados estaban los marchistas Johana Ordóñez y Daniel Pintado quienes representarán al país en los próximos Juegos Panamericanos de Lima. Ambos resaltaron la iniciativa sui géneris de Sofía Sánchez, delegada del Prefecto del Azuay en el área de deportes.
El Cajas es un lugar infaltable en sus planificaciones de entrenamiento como lo fue para “Jeff” desde los 15 años cuando conoció el lugar gracias a su maestro de iniciación Luis Chocho.
Confesó que por un lapso de dos décadas hizo suyo este pulmón natural para conseguir esa energía extra que se necesita cuando las piernas empiezan a doblarse y el pulmón quiere explotar. De allí que invitó a la unidad para convertirse en verdaderos embajadores de la naturaleza.
El prefecto Yaku Pérez arribó pedaleando junto a 12 integrantes del colectivo “Mujeres en Bici” que encabeza Ana Isabel Idrovo. Ellas emprendieron camino desde Cuenca no así el líder provincial que les acompañó desde el primer control hasta la laguna, cerca de 8k.
El acto empezó con una ceremonia ancestral a orilla de la laguna. Incluyó ofrendas de los presentes en alta voz y a las que todos respondían: “Chayna kachun” (Así sea). No faltó un saludo habitual entre quienes practican yoga: el abrazo con la palabra “námaste” (me inclino ante ti)”.
Yaku rememoró aquel día en que Pérez llenó de alegría al país y “por demostrar que es posible” le premió con una Chakana que representa la constelación de las cuatro estrellas que constituyen el puente entre el Padre Sol y la Madre Luna. “Lo hacemos de todo shungo (corazón)”, dijo. El evento sirvió además para reconocer con un diploma a entrenadores, deportistas y periodistas. (BST)-(D)