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LOS 7 PECADOS DEL PADRE JOSÉ TUÁREZ

Consiguió los votos electorales, pero habría irrespetado los votos canónicos. El padre José Carlos Tuárez, nuevo presidente del Consejo de Participación Ciudadana, sería un personaje embebido por los deseos de poder que deriva en una paradoja política.
Es un fraile dominico. Según los estatutos de la orden, ellos son mendicantes, viven de las limosnas. Paradójicamente, el padre José Carlos Tuárez, ahora presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), hizo votos de pobreza pero acumuló un patrimonio de 370 mil dólares. También hizo votos de obediencia pero desoyó el pedido expreso de sus superiores de alejarse de la política. Predica la humildad, pero sus primeras declaraciones parecían cargadas de soberbia.
Estos son los 7 pecados del presidente del CPCCS
Soberbia: El fraile Tuárez dijo que solo conversará con personas de su jerarquía. Para pedir un edificio nuevo y grande, con obras de arte como él quería, ninguneó al director de Inmobiliar, organismo encargado de la administración de la infraestructura pública, Nicolás Issa. “No sé quién sea ese señor. Yo soy autoridad y yo hablo con el Presidente (…) Usted cuando está en autoridad tiene hablar con autoridades de su propia jerarquía, no con una jerarquía inferior”, expresó.
Lujuria: Según la declaración jurada presentada a la Contraloría el 13 de junio pasado, José Tuárez Zambrano, de estado civil soltero, tiene activos por 372 mil dólares. Es el segundo mayor patrimonio entre sus compañeros del CPCCS actual. Nada extraño si no fuera un sacerdote. “Todo lo que poseemos es comunitario, no podemos tener ni chequeras”, explicó el prior Antonio Cabrejas, superior de Tuárez entre los dominicos.
Desobediencia: En enero, miembros de la Orden de Predicadores Dominicos del Ecuador le pidieron a Tuárez, por escrito, que renuncie a su candidatura o que deje de usar distintivos religiosos en la campaña. El documento firmado también por el cura-candidato quedó para la historia: Hasta en el spot promocional aprobado por el CNE apareció vestido como religioso y presentándose como “Soy el padre José Tuárez”. Fue el más votado de los hombres.
Ira: En Guayaquil, ante sus simpatizantes, levantando la voz, dijo: “No tengo miedo. ¿Saben por qué? Porque a Jesucristo le inventaron muchas más calumnias. ¡Por eso lo mataron!”. Continuó comparándose con Monseñor Arnulfo Romero, recién elevado a los altares, y con el “obispo de los pobres”, Leonidas Proaño. “Voces extrañas, lobos hambrientos del poder… quieren nuevamente apoderarse de todas las funciones del Estado”, añadió.
Envidia: Al inscribirse ante el CNE, Tuárez dijo haber sido director de una radio en Baños, rector de un colegio religioso de Quito y director de Recursos Humanos de un convento en Salamanca, España. Las tres funciones supuestamente ejercidas fueron desmentidas por los actuales representantes de esas instituciones. Por si fuera poco, su superior Antonio Cabrejas, recordó que Tuárez firmó en vez de él, un pedido hecho al municipio meses atrás.
Avaricia: Una mujer imbabureña de la tercera edad compró y puso a nombre del cura Tuárez un departamento en la playa de Crucita. También le entregó dinero que el cura puso en pólizas a su nombre. Una vez electo, devolvió los bienes a su propietaria, no sin antes comprometerla a guardar el secreto. A su nombre también estuvo un camión y una camioneta, esta última la habría vendido a un hermano del exministro del Interior, César Navas.
Pereza: La página de la Agencia Nacional de Tránsito revela que una camioneta Blazer matriculada a nombre de José Tuárez Zambrano, estuvo “estacionada en lugares prohibidos” en el centro de Guayaquil, el último 23 de mayo. En su historial de tránsito acumula otras siete infracciones cometidas entre octubre de 2016 y julio de 2017. Sobre estas últimas dijo a Vistazo que se las cargaron porque no hizo a tiempo el cambio de propietario. ¿No lo hizo por pereza?
Fuente: www.vistazo.com
PI