Tecnologia

Ecuador está 20 años por detrás de su entorno en innovación científica

Expertos nacionales e internacionales en materia de invernaderos científicos debaten estos días en Quito sobre la necesidad de que Ecuador avance en materia de innovación tecnológica, sobre todo cuando se encuentra a 20 años de distancia de los países de su entorno.

En esta idea coincidieron varios expertos durante la inauguración del simposio «Parques científicos y desarrollo local» que este lunes y martes tiene lugar en la Escuela Politécnica Nacional (EPN), en donde también se ha destacado que el país tiene que desarrollarse en la construcción de sinergias y estrategias mancomunadas entre los distintos actores.

Todo ello, como apuntó Adriana Arango, encargada del programa de Medicina de la Universidad Remington y profesora de la Universidad de Antioquia (Colombia), bajo la premisa de que estos conocimientos tienen que tener en cuenta las necesidades de la población.

«Hay que pensar en las personas, que son las que van a utilizar todo este conocimiento», afirmó a Efe para después añadir que es necesario conocer «mucho el medio» en el que se mueven las investigaciones y haberlo «vivido».

Ecuador, cuya Constitución de 2008 introdujo la necesidad de crear un sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación que fomente la investigación y el desarrollo tecnológico en articulación con el sector productivo, todavía no ha dado el «salto», según los expertos, hacia la tercera fase del desarrollo científico-tecnológico.

Esta es lograr que la investigación que se genera en las universidades se convierta en transferencia de conocimiento, por lo que dé respuesta a problemas sociales con una mirada hacia la comunidad que demanda esos conocimientos.

Según la coordinadora del Grupo de Investigación Multidisciplinar en Sistemas de Información, Gestión de la Tecnología e Innovación, Valentina Ramos, «Ecuador ha llegado tarde a la definición de estrategias mancomunadas para el crecimiento regional» en lo que a ciencia se refiere.

Es algo en lo que convinieron representantes de los tres actores del desarrollo científico: academia, Estado y sector productivo.

Como indicó el director del Centro de Apoyo al Desenvolvimiento Científico y Tecnológico de la Pontificia Universidad Católica de Río Grande do Sul (Brasil), Eduardo Giugliani, es necesario articular «una estrategia de innovación en conjunto», ya que es lo que buscan las propias empresas.

«Las empresas buscan hoy espacios como estos, en ecosistema, para tener conexiones en red. Para desarrollar el conocimiento de hoy es necesario tener conexiones transversales», explicó a Efe.

Por su parte, el subdecano de la Facultad de Ciencias Administrativas de la EPN, Antonio Franco, destacó que Ecuador necesita cambiar «drásticamente» porque, si no, un futuro «drástico, complejo y oscuro» podría darse.

Esto es así porque tachó al país de ser «muy débil» en cuanto a cuestiones políticas, económicas y sociales, por lo que problemas graves que ya son una realidad -como la migración o el cambio climático- no encontrarán una respuesta de Ecuador para hacerles frente.

Y puso como ejemplo el número de patentes que el país presentó ante organismos internacionales durante 2015: 140, es decir, 30 veces menos que las que desarrolló Colombia.

De ellas, solo el 10 % eran de ciudadanos ecuatorianos, lo que representa entre 15 y 20 patentes del total.

Con todo, para Giugliani el número de patentes no debería ser «el principal indicador» para que se pueda hablar de «una nueva trayectoria de desarrollo para la sociedad», y llamó a tener en cuenta la sustentabilidad y competitividad de las empresas.

Los expertos también comentaron que Ecuador tiene un problema en cuanto a la inversión: solo se dedica a investigación y desarrollo el 0,4 % del PIB, por el 2,4 % de media que dedican los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Igualmente, existe un problema en cuanto al porcentaje de esa inversión que recae sobre el Estado: el 63 %, por el 33 % que viene de las Universidades, lo que tampoco se refleja entre los países de la OCDE -de media, los Estados financian el 35 % de esas inversiones-.

Fuente: www.larepublica.ec

PI