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Colectivos rechazan la maternidad forzada en niñas.

n Ecuador, cada día, siete niñas menores de 14 años resultan embarazadas a causa de violencia sexual. Ayer, colectivos se sumaron a una iniciativa regional que busca garantizar que las menores no sean obligadas a tener hijos producto de una violación y que el Estado les permita decidir sobre su cuerpo.

Pupitres vacíos con historias de niñas que dejaron la escuela para dedicarse a ser madres se instalaron ayer en el Parque Calderón a manera de protesta contra la maternidad forzada en niñas menores de 14 años.

Esta problemática convocó a colectivos de Cuenca, Quito, Guayaquil y Ambato a unirse al ‘Golpe regional Son niñas, no madres’. Esta iniciativa busca garantizar que las menores no sean obligadas a tener hijos producto de una violación. El 80 por ciento de embarazos de niñas y adolescentes son por esa razón, por lo que piden que el Estado garantice su protección.

Mientras se presentaba esta estrategia en Ecuador, en Nicaragua, Guatemala y Perú se desarrollaron acciones similares. Además, el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra, Suiza, recibió la denuncia de cuatro mujeres de esos países violadas en su infancia y a quienes no se les permitió elegir otra opción.

Una de ellas es Norma, de Ecuador, quien a sus 13 años fue víctima de violación por parte de su padre, producto de esto quedó embarazada, sin que el Estado le diera la opción de abortar, a pesar de que ese embarazo ponía en riesgo su salud.

En Ecuador, el aborto es ilegal, salvo en caso de amenaza a la vida o salud de la mujer, sin embargo, esta causal no fue respetada para que Norma pueda interrumpir su embarazo.

La denuncia puesta en Ginebra denuncia que obligar a una niña violada a continuar el embarazo es cruel, inhumano y degradante; llama a respetar la autonomía y capacidad de juicio de las niñas; pide tratar este asunto como discriminación de género, pues muchas de las niñas y mujeres no tienen acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva; promueve el derecho a la integridad personal: que las menores que quieran abortar no sean tratadas como criminales; propone que el aborto sea materia de servicios de salud y no del Código Penal; y exige el derecho a la vida: las menores de 14 años tienen cuatro veces más riesgo de morir en el parto.

“Los estados latinoamericanos deben tomar acciones urgentes para garantizar aborto seguro y legal para las niñas sobrevivientes de abuso sexual. No podemos dejar a las niñas en la indefensión y obligarlas a una maternidad forzada”, señaló Maydy Zabala, activista de Aequitas.

En el país, el 12 por ciento de las mujeres ya tiene un hijo o ha experimentado al menos un embarazo. Es la tasa más alta de Sudamérica. El Instituto Nacional de Estadística y Censos, INEC, indica que 49,3 de cada 100 nacidos vivos fueron hijos de madres adolescentes.

Blanca Pacheco, directora de la casa de acogida María Amor, indicó que la violencia sexual es un problema grave en la ciudad y el país, sobre todo porque se da en entornos de confianza de la víctima como la familia y amigos cercanos.

Según el estudio ‘Vidas Robadas’, presentado en el 2017, “de cada 10 víctimas de violación, seis corresponden a niñas, niños y adolescentes”.

No obstante, “la mayoría de los casos no se denuncian” y “el 40 por ciento de niñas y adolescentes abusadas no lo dio a conocer” en su momento. (I)

DATOS
-Estrategia. Esta iniciativa busca garantizar que las menores no sean obligadas a tener hijos producto de una violación.
-Denuncia. El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas recibió la denuncia de cuatro mujeres de esos países violadas en su infancia.
-Violencia. De cada 10 víctimas de violación, seis corresponden a niñas, niños y adolescentes, según el estudio ‘Vidas Robadas’.

LA CIFRA
7
niñas menores de 14 años resultan embarazadas cada día por violencia.

FUENTE: EL TIEMPO

R.A