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Andy pone sabor a la convocatoria

El día más esperado de su vida deportiva había llegado. Andrés Chicaiza estaba en la lista de los 23 jugadores de Ecuador para la Copa América. Cuando se dio la nómina de los 40 que estaban en lista, el enganche de Liga de Quito dijo que su meta estaba cerca, pero lo que vivió la mañana del lunes fue increíble.

Las lágrimas rodaban por su rostro, igual como cuando él hace rodar el balón.

El ‘Mago de Otavalo’ recuerda que cuando tenía unos tres años se puso la amarilla de Ecuador, su padre cuenta que se la compró y Chicaiza en su querido barrio se transformaba en el Aguinaga de la familia.

“Todos queríamos ser como Álex y a mi corta edad ya me había puesto la camiseta de Ecuador, eran mis grandes sueños de niño”, dice un emocionado Andy.

El volante de los albos siempre ha estado rodeado de la gente del fútbol, es el legado de su padre Luis, quien también fue jugador.

Hace 17 años su papá lo llevó al estadio de Liga de Quito y ese día estaba el Bolillo Gómez en la cancha y Andrés se tomó una foto con el director técnico. Ahora él lo va a dirigir.

“Es el día más feliz de mi vida deportiva, es algo que uno sueña de pequeño. A pesar de que no he venido teniendo muchos minutos, algo me decía que me podían llamar y cuando salió la lista de los 40 estaba seguro que ese día estaba más cerca. Era una emoción tremenda”, expresa Chicaiza.

Andy pone sabor a la convocatoria
La familia de Andrés Chicaiza (centro) en Otavalo, deseándole lo mejor para la Tricolor. La Copa América le permitirá mostrar su magia en el terreno de juego. (Cortesía / Daniela Hermosa)

El volante de la Tricolor dice que esto se lo debe a Dios y a la perseverancia, algo que nunca ha dejado. “Hay que ser constantes, esa es la base de todo, y entrenar como si fuera el primer día. Vengo de jugar en la segunda categoría, cuando hubo piedras en el camino para pasar al fútbol profesional. Me tocó ser perseverante y seguir entrenando hasta que llegué al Delfín y gracias al profesor Fabián Bustosque me vio y llevó a su equipo. Ahora estoy en Liga”, manifiesta Andrés, quien, entre otras cosas, espera el momento para cantar con toda el alma el Himno Nacional.

Salir en la lista de la selección de Ecuador es digno de una celebración, pero con quienes siempre están en las buenas y en las malas. Andrés, el lunes llegó a su querido Otavalo con una mezcla de sonrisas y lágrimas. El sueño del pequeño que salió de aquí y se hizo un trotamundos de la segunda categoría, hasta que desembarcó en el Delfín y todo cambió, ahora estaba de vuelta donde su familia y amigos cercanos.

Mamá Geovana Morales y papá Luis estaban felices, daban las gracias a Dios por todo lo bueno que le pasa a su hijo.

Pero la anfitriona de la cocina fue la abuelita del futbolista, doña María Sosa, ella había preparado uno de los platos que más le gusta a Andrés, la fritada con el buen mote. “La comida era una sorpresa, pero al final me di cuenta que había preparado una rica fritada, debes probar esta delicia, es la mejor del país”, dice entre risas Chicaiza.

“La abuela siempre ha estado presente en todo lo que hago y estos días hay que celebrarlos en familia y darle las gracias a Dios. Es increíble estar en la lista de la selección”, expresa Andrés que llegó con su esposa Daniela y la pequeña Noelia.

“Estar en la Tricolor es algo increíble. Ahora toca entrenar y dejar la vida por los colores de mi país. Tenía fe en Dios y confianza en lo que hacía. Esta es la alegría más grande que he recibido gracias a la pelota. La Copa América es un torneo muy lindo, voy a dejarlo todo en la cancha y a divertirme como me gusta”, afirma el futbolista.