Medidas en México hacen correr peligro a migrantes
A José Vallecillo, un obrero metalúrgico de 41 años de Las Manos, Honduras, lo esperaba un trabajo bien pagado soldando contenedores de acero en la ciudad mexicana de Monterrey, en el norte de México, en una fábrica en donde ya había trabajado y cuyo propietario lo invitó a regresar.
Sin embargo, llegar ahí resultó mucho más complicado de lo esperado: Vallecillo, su esposa Sandra y su hija Brittany, de 4 años, han soportado una infructuosa espera para obtener sus visas, gastado todo su dinero en alimentos y transporte, y escapando de una redada policial en la que cientos de migrantes fueron arrestados o se escondieron en el campo.
Esta familia es un ejemplo de cómo las medidas severas de México contra la migración no reducen el flujo de centroamericanos, sino que obligan a los migrantes a permanecer ocultos y a pasar mayores peligros a pesar de que el Gobierno asegura protegerlos.
Durante meses, los centroamericanos se han unido en caravanas utilizando la estrategia de protegerse en conjunto, aunque los esfuerzos para desalentar a los grandes grupos ahora tienen a los migrantes deambulando por el monte, pantanos y ferrovías en pequeños grupos de una o dos docenas, expuestos al medio ambiente y bajo un mayor riesgo de ser atacados por delincuentes.
“Cuando ya no tienes dinero, y no te puedes bañar o cambiar de ropa, la gente empieza a verte de manera diferente, como el clásico estereotipo del migrante”, dijo Vallecillo.
Las promesas del presidente Andrés Manuel López Obrador de una estrategia más humana hacia la migración parecen fundirse –bajo la presión de EE.UU.– a las viejas políticas enfocadas en la deportación.
Jorge Valladares, de 35 años, y cuatro amigos de El Progreso, Honduras, han caminado y se han subido a trenes de carga durante una semana, evitando las carreteras en donde han brotado varios puntos de control migratorio. Están decididos a llegar a EE.UU.
México ha deportado a miles de migrantes en meses recientes y también emitió más de 15.000 visas humanitarias, pero las autoridades ahora son más selectivas para entregarlas.
Varios migrantes dicen que los camioneros, ante las advertencias de multas, ya no suben a migrantes. Añaden que las autoridades encargadas de entregar visas se han vuelto hostiles y frías con ellos.
Fuente: Diario El Universo
MV