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La mitad del plantel de Fuerza Amarilla quiere irse y la LigaPro dice que no puede salvar a ningún equipo

Fuerza Amarilla, el equipo cuyos jugadores tuvieron que vender entradas en las boleterías y en los exteriores del estadio de Machala en el último partido del 2017 para cobrar sus salarios, que a finales de 2018 enfrentó denuncias de falsificación de firmas en los roles de pago y que mantuvo en vilo su acceso (como invitado) a la LigaPro, continúa con problemas económicos en este 2019.

La primera pista la dio el técnico paraguayo Raúl Duarte la noche del lunes luego de perder con Aucas (2-1) en el partido que cerró la novena fecha, cuando en la rueda de prensa posterior al encuentro dijo que su equipo no estaba al nivel de los otros 15 de la serie A.

Una muestra de ello es que hicieron el viaje de ida y vuelta -de casi 10 horas en cada recorrido- por carretera. “Fue un viaje extremadamente cansador. Llegamos (a Machala) a las 8 de la mañana muy cansados y agitados”, contó el arquero Tobías Vargas a Mundo Deportivo.

El técnico Duarte volvió a hablar, esta vez desde Machala, contactado por radio Cobertura, y amplió detalles de la crisis económica que vive Fuerza Amarilla.

 “Está situación se vino arrastrando desde el 2017 con el descenso del club (a la serie B)”, dijo Duarte, por vía telefónica. “Nosotros vamos a seguir trabajando hasta que se pueda. Los jugadores están haciendo un gran sacrificio, pero la mitad del plantel me ha dicho que quiere irse, ellos están con mucha fe de que mañana sea un día diferente”, complementó.

El club que dirige Duarte llegó este año nuevamente a la serie A del fútbol ecuatoriano como invitado de la organización de la LigaPro, que decidió añadir al tercero (Fuerza Amarilla) y al cuarto (Olmedo) de la serie B para aumentar de 12 a 16 los participantes de la serie A, dejando sin descenso a los dos últimos de este segmento: Guayaquil City y El Nacional. Los 4 reciben fondos por derechos de TV como si fuesen de la B y así “es muy difícil competir”, han reconocido los integrantes de estos clubes.

¿Fuerza Amarilla tiene presidente? ¿Alguien lo ha visto?

Sí tiene, se llama Favián Aguilar y participó en las últimas elecciones seccionales como candidato a alcalde de Machala, pero no ganó. En cuando a sus funciones en Fuerza Amarilla, no es la primera vez que  “desaparece”. Lo denunció el año pasado el arquero Rolando Ramírez y ahora también lo reconoce el DT Duarte.

Acá nunca hubo un Directorio, solo en la cabeza está Favian Aguilar y John García (exjugador), quien por ahora es el único que da la cara”.

“Estamos pagando justos por pecadores, me imagino que con la plata recibida por la LigaPro se está pagando las deudas anteriores. Hay muchas deudas que hay que pagar para poder jugar los partidos”, justificó.

Aguilar renunció a la presidencia del club en agosto de 2017, pero 40 días después retomó el cargo “para salvar la categoría”. En octubre volvió a renunciar luego de que la FEF sancionara a Fuerza Amarilla con la pérdida de dos puntos y el impedimento de jugar un partido por deudas. Pero igual que antes, un mes después, en noviembre, nuevamente figuró como presidente del club que lleva sus iniciales.

A finales del año pasado, Aguilar enfrentó la denuncia de tres jugadores extranjeros del club que aseguraban que les habían falsificado sus firmas en los roles de pago y le exigían que le cancele cuatro meses de deuda. La FEF ordenó hacer un peritaje a esas firmas, pero nunca dió los resultados y ratificó a Fuerza Amarilla como el tercero de la B. Así se quedó con la invitación de la LigaPro para jugar en la serie A en este 2019.

¿Y el control financiero de la LigaPro?

Miguel Ángel Loor, el presidente de la agremiación de clubes que decidió aumentar el número de participantes con el supuesto de que eso mejoraría la calidad del torneo, ya se desmarcó del problema de Fuerza Amarilla.

“El fútbol ecuatoriano estaba quebrado (antes de empezar la LigaPro). Si equipos como Fuerza Amarilla no pueden competir por su situación económica, pues jugaremos con quienes sí puedan hacerlo. Debemos depurar al fútbol ecuatoriano”, dijo Loor en radio La Red.

Nosotros como LigaPro no podemos salvar a ningún club. Son los propios clubes los que deben buscar soluciones. Esto es como en los aviones, primero uno se pone la mascarilla para salvarse y luego ayudar al resto”.

Loor indicó que la principal preocupación que tienen en la LigaPro es que el público no está acudiendo a los estadios a ver los partidos del torneo que ellos pensaron que mejoraría con más equipos. Pero no ha sido así.

“Estamos preocupados por las asistencias y estamos pensando qué hacer. Los horarios pueden influir, pero la gente se ha vuelto cómoda y prefiere ver los partidos por TV. Debemos mejorar el espectáculo y las condiciones de los estadios”, mencionó Loor.

 

Fuente: Mundo Deportivo Diario el Universo.