Viacrucis, tradición y devoción
Desde hace dos meses Marco Pintado ha comenzado a organizar todos los preparativos para cargar la cruz. No es la espiritual, es una de madera: cinco por dos y pesa más de cinco quintales. La cargará mañana en el Viacrucis de Turi, una de las procesiones más grandes de la ciudad y que reúne a cientos de fieles que caminan dos kilómetros.
Marco estará acompañado de Jesús, su hijo de un poco más de dos años de edad, que también cargará una pequeña cruz hecha por su abuelo. Toda una tradición.
La vida de este joven de 29 años parecería girar alrededor de la Semana Santa: conoció a su esposa en una de las procesiones, heredó esta tradición de su padre y desde que tiene 15 años ha cargado cada Viernes Santo la cruz, recibe latigazos, camina descalzo, usa una corona de espinas, corta su frente y es crucificado por 15 minutos.
“Todo es tan real porque quiero que la gente se motive…es mi fe, no me preparo para hacer esto. Solo ensayo con más de 20 personas las escenas que tuvo que pasar Jesús”, afirma Pintado un hombre pequeño, con algunas leves cicatrices en su frente provocadas por la corona de espinas y los cortes que se provoca.
Preparativos
No es la única persona que ultima detalles. Esteban Pacurucu hasta ayer gestionaba los permisos para realizar la decimosegunda edición del Viacrucis de Santo Domingo. Ocho imágenes, de más de 300 libras cada una, recorren las principales calles del centro por más de dos horas. Estas son cargadas por fieles que van vestidos de morado, y que no son cucuruchos, afirma Pacurucu, organizador del evento religioso.
Más de dos mil personas participan cada año en esta procesión cuyo propósito, a parte del religioso, es convertirse en un icono del turismo religioso con la particular característica de exponer imágenes elaboradas en el siglo XIX, y la de Cristo Crucificado, que se presume fue tallada por Gaspar Sangurima.
Este año la concentración para el Viacrucis será a las 09h30 en la intersección de las calles General Torres y Sucre, y a las 15h00 se realizará el sermón de las siete palabras.
Los asientos de la iglesia de la parroquia rural de Paccha fueron retirados la semana anterior, para que todos los creyentes puedan ingresar. Desde las 08h00 de hoy hasta las 20h00 de mañana las puertas de este templo estarán abiertas, trece comunidades serán las encargadas de adorar toda la madrugada al Santísimo.
“Un verdadero acto comunitario y de fe”, dice el párroco Rafael Cabrera. A las 10h00 del viernes todas las comunidades de Paccha se paralizan para realizar la lectura de la pasión, rezo del Viacrucis y adoración de la Santa Cruz.
Bolívar Piedra, vicario de la Arquidiócesis de Cuenca, informó que hoy se tendrán abiertas las iglesias del centro de la ciudad hasta la media noche para que las personas las visiten. Son siete iglesias las que se deben visitar porque este es el número perfecto según la Biblia y fueron siete las oraciones que Jesús pronunció en la cruz, la primera: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Fuente: Diario El Mercurio
MV