Exigencia de pasaporte desata paso irregular de venezolanos a Ecuador
Camuflados en los cajones de camiones y pasando por senderos sin control policial, decenas de venezolanos están incursionando en territorio ecuatoriano, luego de que el sábado entró a regir la exigencia de pasaporte para ingresar por controles migratorios.
Es una de las alternativas que han escogido los migrantes venezolanos que llegaron a Rumichaca y que se encontraron con el impedimento de entrar legalmente por los pasos migratorios al no tener el pasaporte.
Dicen que prefieren eso a tener que volver a Venezuela, país del que están huyendo ante la crisis. Otros prosiguen este periplo irregular en su desesperación por reencontrarse con sus familias que están en Perú y Chile, donde se dirige la mayoría que pasa por Ecuador.
Ricardo Camacho, experto en seguridad y exdirector de la Cruz Roja, consideró que exigir pasaporte a los venezolanos sin haberles dado un tiempo prudencial, como lo ha hecho Perú (que pedirá el requisito desde el 25), fue un error.
Para el especialista, este ingreso de venezolanos por pasos irregulares es una consecuencia de la desesperación de gente que huye de su país porque no posee alimentos. Y esto podría generar problemas mayores como el coyoterismo.
Camacho cuestionó que el ministro del Interior no haya llamado a su homólogo de Venezuela para establecer una conexión informática con la policía de ese país que permita cotejar datos de las personas que ingresan, sin necesidad de exigirles el pasaporte.
“Solo el 10 % de venezolanos tiene pasaporte y el resto no lo tiene”, dijo a Radio City.
Dentro de esta ola migratoria de venezolanos, Ecuador ha recibido unos 99.000 ciudadanos de ese país, según datos que divulgó la agencia AFP.
Vea también: Defensor Público de Ecuador: Pedir pasaporte a venezolanos es como el muro en Estados Unidos
Billy Navarrete, secretario del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, manifestó que el Gobierno debería levantar de manera inmediata la medida de pedir pasaportes a los ciudadanos venezolanos que intentan llegar al país para radicarse o moverse a otros destinos.
“Este requerimiento eleva un muro con un sesgo xenofóbico a la población venezolana. No corresponde exigir documentos de este tipo a una población que está reduciendo su nivel de respuesta económica”, dijo.
Navarrete exhortó al Gobierno a liderar una búsqueda de soluciones, a partir de mecanismos que están dispuestos por organismos intergubernamentales.
Para el especialista en Derecho Internacional, Carlos Estarellas, la medida de solicitar pasaportes es inconstitucional.
A su criterio, Ecuador debería trabajar en conjunto con países sudamericanos para poder afrontar las situaciones económicas y de seguridad que plantea esta ola migratoria.
Propone coordinar con Acnur y comenzar a abrir conversaciones entre los países afectados de la región.
El exembajador del Ecuador en Venezuela Francisco Huerta también consideró que se deben buscar otros mecanismos en la región andina y en América, para en un esfuerzo conjunto resolver la situación venezolana.
Huerta criticó la conducción que está realizando Nicolás Maduro en la economía. “¿Quién va a querer vivir en Venezuela bajo estas circunstancias?”, manifestó.
La asesora jurídica de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos, Gabriela Flores, dijo que han presentado un escrito –dentro del proceso iniciado por la Defensoría del Pueblo– alegando que se están violando los tratados regionales e internacionales en términos de documentos válidos para ingresar al Ecuador y se está limitando el migrar, que es un derecho reconocido por la Constitución.
Postura
Para el defensor del Pueblo, Ernesto Pazmiño, la exigencia de pasaporte para los venezolanos es como un muro. “La crueldad de estas decisiones termina generando discriminación y xenofobia”, dijo a radio Sonorama. El defensor consideró que esta situación puede profundizar la tragedia humanitaria que viven los venezolanos.
Pazmiño recordó que Ecuador no puede olvidar su pasado migratorio a Venezuela. Allí viven 250.000 ecuatorianos que llegaron del año 1970 a 1980, durante la bonanza de ese país. (I)
