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Servicio de Rentas Internas confirmó esquema de OAS para desviar fondos

Quito –

El testimonio judicial del contador Roberto Trombeta gana fuerza. Él reveló que la constructora brasileña OAS diseñó un esquema de corrupción que incluye a Ecuador. Una auditoría del Servicio de Rentas Internas (SRI) no solo confirmó las palabras del delator, sino que descubrió que por esa estructura fluyó más dinero de lo que él había confesado.

En el centro de la trama está la consultora madrileña DSC Workshop. De acuerdo con el contador brasileño, la filial ecuatoriana de OAS simuló un contrato con esa empresa para desviar $ 9,15 millones obtenidos del Proyecto Multipropósito Baba, entregado a OAS luego de que Odebrecht abandonara la obra. La constructora envió ese dinero a Andorra y luego lo dirigió al pago de sobornos, confesó Trombeta.

Una auditoría tributaria del SRI confirmó que OAS transfirió ese monto a una cuenta de DSC Workshop en la banca privada de Andorra, en el 2012. Las fechas de los pagos coinciden con el testimonio del delator.

Hasta hoy solo se conocían esos desembolsos, pero la auditoría del SRI descubrió que la filial ecuatoriana también remitió dinero a DSC Workshop en el 2013 y 2014. Son $ 3,7 millones adicionales. El destino ya no fue Andorra, sino una cuenta en el Bank Winter, de Austria.

No solo cambió el destino sino también el origen de los fondos, según los informes. Para las transferencias del 2013 y el 2014, OAS usó una cuenta del Banco del Pacífico, de propiedad del Estado ecuatoriano. Mientras que para los pagos del 2012 usó una cuenta del City Bank, en Nueva York.

Los auditores del SRI se propusieron comprobar si DSC Workshop brindó algún servicio a OAS. Para ello exigieron a la constructora varios documentos como contratos, informes de la consultoría, facturas, comprobantes de pago, comprobantes de retención en la fuente y auditorías externas. También le enviaron un cuestionario con 14 preguntas para establecer qué tanto conocían a la firma española.

Los ejecutivos de OAS no respondieron los interrogantes ni enviaron todos los papeles.

Por los oficios de respuesta de OAS se sabe que esta firmó dos contratos con DSC Workshop. La constructora señaló que el primero, de enero del 2011, no estaba en sus archivos.

El segundo, de febrero de 2014, sí lo remitió al SRI. Ahí consta que la consultora elaboraría el “método constructivo” para “la fase 2 de la primera línea del Metro de Quito”.

Para ese entonces, la licitación de la segunda fase del Metro estaba en marcha y OAS pertenecía a uno de los cuatro consorcios precalificados para ganar el contrato. Las ofertas finales se presentaron en julio del 2014 y la obra se adjudicó al consorcio de la brasileña Odebrecht y la española Acciona.

El SRI consultó a la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito qué vínculo tenía con OAS y DSC Workshop. La respuesta fue que en el 2014 no tuvo ninguna relación contractual, financiera ni contable con ninguna de las dos firmas.

Al final, los auditores concluyeron que OAS no demostró que haya recibido algún servicio de parte de la española. Por esa razón establecieron que los $ 12,85 millones transferidos a esa compañía no eran deducibles de sus impuestos y emitieron las respectivas glosas.

En total, el SRI puso reparos a $ 41,54 millones reportados en los balances financieros de OAS entre el 2012 y el 2014 (ver tabla). Como consecuencia, la autoridad tributaria reclama el pago de $ 7,67 millones por impuesto a la renta. Incluidos los intereses, las multas y los recargos, la deuda asciende a $ 13,73 millones.

OAS todavía puede impugnar $ 196 mil de esos reclamos por la vía judicial, señaló la Dirección Zonal 9 del SRI. Tiene poco menos de dos meses para hacerlo. El resto, $ 13,53 millones, ya están establecidos como deuda en firme.

EL UNIVERSO solicitó una entrevista al apoderado de OAS en Ecuador, Francisco Cevallos Ayala, del estudio jurídico Cevallos & Noboa, pero se negó.

Asimismo, este Diario intentó contactar sin suerte a los ejecutivos de DSC Workshop. De acuerdo con un reportaje del diario El País, de España, los responsables de esa empresa han asegurado que fueron “engañados y utilizados”.

En ese reportaje, publicado en marzo, se reveló que el dinero pagado por OAS a DSC Workshop en el 2012 terminó en una cuenta, en Andorra, de la compañía Kingsfield, relacionada con Odebrecht.

La Fiscalía abrió en diciembre de 2016 una indagación sobre Odebrecht, que se conoce como “investigación madre”. El Proyecto Multipropósito Baba es parte de esa indagación, que aún es reservada; mientras que aún se desconoce al beneficiario de los sobornos de los que habló Trombeta. (I)

 

Fuente: Diario El Universo

MV