Milagro colorado en la Copa
“Por eso, por eso, por eso te quiero Cuenca’, coreó la afición morlaca la hazaña de su equipo al clasificar a la segunda fase de la Copa Sudamericana, tras eliminar al Sportivo Luqueño desde el fatídico punto penal, luego de empatar el marcador global 2-0, ayer en el estadio Alejandro Serrano.
Y es que luego de la hazaña deportiva, nadie, de los casi 13.000 hinchas rojos quisieron abandonar el reducto, pues querían festejar hasta largas horas de la noche la histórica clasificación en el torneo internacional.
Coreaban a sus ‘mimados’, Brian Heras y Edison Preciado, por convertirse en las figuras del plantel; atapar un penal y marcar el tanto del triunfo, respectivamente, y con ello lograr una sufrida clasificación a la segunda fase del torneo.
Cotejo
Y el Cuenca tuvo todo en su contra para alcanzar la clasificación, tuvo un marcador adverso de 2-0 y luego, jugar con un elemento menos desde el minuto 55 por expulsión de Matías Contreras, pero los 10 que se quedaron en el terreno de juego no dejaron de soñar y con más corazón y voluntad que otras cosa, el equipo no se rindió, y a los 73 minutos Juan Rojas rompió a los defensas auriazules para marcar el primero y a los 81, Emiliano Bonfigli driblando al portero Bernardo Medina anotó el segundo y emparejó el marcador global 2-2; hazaña colorada.
El Cuenca estuvo para más, en ocho minutos logró lo que no pudo hacer en los primeros 60 minutos y faltaban nueve más; el expreso austral estuvo aceitado y respiraba profundo, esperaba los penales.
Hazaña
Se vino el drama y a la mente de todos llegó el recuerdo del año anterior, al caer eliminados ante Oriente Petrolero desde los once pasos. Esta vez, el Cuenca tenía algo preparado para su afición y aunque en los cinco primeros lanzamientos reglamentarios ningún jugador erró el penal. En el sexto lanzamiento apareció la figura del portero Heras para con su mano derecha atajar el disparo de Luis Matto, alegría morlaca y se vino el último disparo por Preciado, ‘El loco’ que ingresó en el segundo tiempo y desde sus pies nacieron los goles del empate.
Preciado agarró el esférico y lo asentó, levantó la cabeza corrió unos metros y con su pie izquierdo infló las redes, las mallas se inflaron y la algarabía se desató en el municipal cuencano, al ver como el equipo colorado rompía con los pronósticos y escribía su nombre en la segunda fase de la Copa Conmebol Sudamericana. (MRO) (D)