Con la ceniza inicia la conversión y la Cuaresma

Bolívar Piedra, vicario de la Arquidiócesis de Cuenca y párroco de Corazón de Jesús, explicó que con la imposición de la ceniza, en forma de Cruz, en la frente de los fieles Católicos, se busca su conversión, es decir, “un cambio de vida”.
Este signo sacramental, explica Piedra, invita a imitar el estilo penitencial de los seguidores Cristo, es decir, la oración, la limosna y el ayuno, pilares fundamentales de la Cuaresma, que, a decir de sacerdote, pueden ser puestos en práctica hoy.
Además explica que al ser seguidores de Jesús este acto se convierte en un acto penitente en el que se revela lo efímeros que somos los humanos en la tierra, más aún al recordar un pasaje del libro de Génesis “del polvo eres y al polvo volverás” con esto “se demuestra nuestra fragilidad” agregó.

Proceso
El sacerdote Piedra, en compañía de la religiosa franciscana Elizabeth Laban, queman los ramos quedaron del Domingo de Ramos del año anterior.
A estas plantas se suma el romero, elemento que también se usa durante la procesión de ramos.
Una vez quemadas las plantas, las cenizas se ciernen. Posteriormente, explica Piedra, se coloca agua o vaselina, para dar mayor consistencia a la ceniza, de tal forma que se adhiera a la piel.
Este proceso tarda varios minutos, y la cantidad depende de la ceniza que requiera cada iglesia.

De esta forma, los judíos mostraban su deseo de convertirse o cambiar de vida. En ese entonces, vestían de sayal o vestimenta de tela rústica, y se cubrían la cabeza con ceniza, acto que se hizo hasta el siglo IV, según Piedra.
Para Piedra, es necesario asistir a esta celebración pues todos necesitamos de Dios, y por lo tanto como humanos cometemos errores. “Debemos cambiar de corazón y esto significa hermanarse con todos, un motivo de la Cuaresma… es un regalo de Dios para revisar nuestras vidas” agregó.

Costumbres
De lo que se recuerda, hace varios años, la época de la Cuaresma, era tiempo de meditación, reflexión y de hondo pensar. Hay quienes recuerdan que desde hoy, hasta el Viernes Santo, la meditación era constante, las emisoras dejaban de transmitir su usual programación.
Piedra, manifestó que, efectivamente, en ésta época se colocaban mantos, color morado, desde el Miércoles de Ceniza y permanecían colocadas durante toda la Cuaresma en las iglesias.
Estos cubrían los altares y las imágenes como signo de penitencia, preparación y conversión.
El sacerdote manifestó que, actualmente, esta costumbre religiosa casi se ha extinguido en las iglesias de la ciudad.

Cuaresma
Los 40 días que se cuentan desde hoy hasta el sábado previo al Domingo de Ramos, representan el período en el que Jesús permaneció en el desierto, donde fue tentado por Satanás, señaló el Vicario de la Arquidiócesis de Cuenca, Piedra. Agregó que este, es también un tiempo de ayuno físico y espiritual.