Muere Charles Manson, el líder de una banda de asesinos que horrorizó a EE.UU. en 1969
Charles Manson, el líder de una banda de asesinos seriales que horrorizó a EEUU en 1969, murió por causas naturales este domingo a los 83 años, informaron las autoridades.
El jefe del siniestro grupo criminal La Familia había sido trasladado a un hospital de California la semana pasada. Fuentes del hospital habían revelado que era solo “cuestión de tiempo” antes que el asesino falleciera.
Manson se convirtió en el hipnótico rostro del mal en todo Estados Unidos luego de orquestar los sangrientos asesinatos de la actriz Sharon Tate y otras seis personas en Los Ángeles durante el verano de 1969.
Manson también tuvo serios problemas de salud en enero, cuando fue hospitalizado por un severo sangrado intestinal y necesitaba cirugía para reparar una lesión, pero los doctores lo consideraron demasiado débil y lo enviaron a prisión.
Por el momento no estuvo claro qué ocurrirá con los restos mortales de Manson, señaló Vicky Waters, portavoz del departamento. Las autoridades dijeron en su día que Manson no tenía familiares conocidos y, de acuerdo con la ley estatal, si en el plazo de 10 días no se presenta ningún pariente o representante legal será el departamento el que decidirá si es sepultado o incinerado.
Se desconoce si Manson pidió algún tipo de funeral y que ocurrirá con sus propiedades, entre las que habría obras de arte y al menos dos guitarras. La ley de California dice que el Departamento de Prisiones debe guardar sus pertenencias durante un año en previsión de posibles batallas legales sobre quien puede solicitarlas legítimamente.
Autor de robos menores que lo llevaron a entrar y salir de prisión en varias ocasiones desde su infancia, el carismático Manson ejerció de gurú rodeándose de prófugos y otras almas perdidas en la década de 1960 y envió a sus discípulos a matar a algunos ricos y famosos de Los Ángeles en lo que, según los fiscales, fue un intento de desencadenar una guerra racial _ una idea que sacó de una retorcida interpretación de la canción “Helter Skelter” de los Beatles.
Los sangrientos asesinatos horrorizaron al mundo y, junto a la letal violencia que estalló más tarde ese mismo año en un concierto de los Rolling Stones en Altamont Speedway, California, revelaron la violenta vertiente oculta del movimiento de contracultura y parecieron marchar el fin de la era de la paz y el amor.
A pesar de las abrumadoras pruebas en su contra, durante su tumultuoso juicio en 1970 Manson defendió su inocencia y dijo que la sociedad misma era la culpable.
“Esos niños que los atacan con cuchillos, son sus hijos. Ustedes les enseñaron, yo no les enseñé. Yo solo intenté ayudarlos a ponerse en pie”, dijo en su monólogo en la corte.
Tras un juicio que duró casi un año, Manson y tres de sus seguidores _ Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten _ fueron declarados culpables de asesinato y condenados a muerte. Otro de los acusados, Charles “Tex” Watson, fue condenado más tarde. Todos ellos evitaron la ejecución y sus sentencias fueron conmutadas por cadena perpetua tras la derogación de la pena capital en California en 1972.
Atkins murió en prisión en 2009. Krenwinkel, Van Houten y Watson siguen encarcelados.
Otra devota de Manson, Lynette “Squeaky” Fromme, intentó asesinar al presidente de Estados Unidos Gerald Ford en 1975, pero su arma se atascó. Cumplió una condena de 34 años.
Manson nació en Cincinnati el 12 de noviembre de 1934. Su madre era una adolescente, posiblemente prostituta, y para cuando cumplió ocho años ya estaba en una escuela reformatorio. Tras pasar 10 años preso por falsificación de cheques en la década de 1960, se dijo que Manson pidió a las autoridades que no lo dejaran en libertad porque consideraba que la prisión era su casa.
“Mi padre es la cárcel. Mi padre es su sistema”, diría más tarde en su monólogo desde la tribuna de los testigos. “Yo soy en lo que ustedes me han convertido. Soy solo un reflejo de ustedes”.
Quedó libre en San Francisco durante el apogeo del movimiento hippie en el barrio de Haight-Ashbury de la ciudad y, aunque ya tenía más de 30 años, comenzó a recabar seguidores, sobre todo mujeres, que creían que era como Jesucristo. La mayoría eran adolescentes y muchos procedían de buenas familias pero estaban enfrentados con sus progenitores.
La “familia” llegó a establecerse en una especie de comuna en el rancho Spahn, una antigua localización de cine a las afueras de Los Ángeles, donde Manson manipuló a sus seguidores con drogas, supervisó orgías y los sometió a extrañas conferencias.
Tenía ambiciones musicales y se hizo amigo de estrellas del rock como el miembro de los Beach Boys Dennis Wilson. También conoció a Terry Melcher, un productor musical que había vivido en la casa que más tarde rentaron Polanski y Tate.
En el verano de 1969, Manson había fracasado en su intento de vender sus canciones. Ese rechazo fue considerado más tarde como el detonante de la violencia. Se quejó de que Wilson tomó una de sus canciones, llamada “Cease to Exist”, la convirtió en “Never Learn Not to Love” y la grabó con los Beach Boys sin darle crédito por ello.
Según los testimonios, la noche de la muerte de Tate Manson dio a sus devotos la instrucción de “hacer algo fascinante”. La testigo estrella de la fiscalía, Linda Kasabian, a quien se concedió inmunidad, declaró que Manson ató a los LaBianca y después ordenó a sus seguidores que mataran. Pero Manson insistió: “Yo no he matado a nadie y no ordené que matasen a nadie”.
Manson fue condenado más tarde por los asesinatos del músico Gary Hinman y del doble de acción Donald “Shorty” Shea.
Fuente: Teleamazonas