Fieles engalanan la fiesta de la “Churonita”
Un sol radiante bañó los rostros alegres de miles de devotos quienes, la mañana de ayer, abarrotaron el Campo Mariano durante la misa campal en homenaje a la Virgen de El Cisne. La imagen salió en procesión del templo y recorrió algunas calles.
No fueron decenas, ni centenares, fueron miles los seguidores de la Reina de El Cisne, que llegaron para alabarla durante la liturgia que estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis de Loja, Alfredo José Espinoza.
Estuvo acompañado por algunos sacerdotes y con la presencia del rector del Santuario, el sacerdote Armando Jiménez, celebraron la fiesta de peregrinación de la Virgen.
Procesión
La imagen salió del templo a las 09:30 y fue recibida por sus fieles, uno de ellos, Bladimir Torres, propietario de Bladito Creaciones, artesano que confeccionó el traje de fiesta de la Virgen.
Él no pudo contener las lágrimas al observar a la Virgen portar el traje que le tomó siete meses confeccionar. “Ahí está el esfuerzo de muchas personas”, señaló. Lo único que pide es la bendición de la Reina de El Cisne.
Otros, quienes esperaban fuera del templo para acompañarla en la procesión, fueron Jackeline Sánchez y su hija. Ellas portaban en sus brazos dos esculturas de la Virgen.
Una le pertenece a ella y la otra viajará a España, país donde reside su madre quien a más de ser fiel devota, fue quien le enseñó el amor por la “Churonita”.
Ellas esperaban fuera del templo para bendecir las imágenes. Sánchez recordó que, desde hace 25 años, visita El Cisne para pedir y hacer penitencia a la “Churona”.
Su madre es devota, ella lo es y, ahora, sus hijas aprenden la tradición, “ojalá esto se mantenga en mi familia”, exclamó invadido de lágrimas.
Todos ellos avalan los 416 años de historia, y el peregrinaje de millones que, año a año, se suman a una devoción que, lejos de perderse, tiene más adeptos, no solo en el país, sino además, en el mundo.
Prueba de ello es que los fieles migrantes la recuerdan, la nombran e, incluso, aportan para hacer su fiesta.
Peregrinación
Con la celebración del 15 de agosto se marca el inicio de la peregrinación de la Virgen que se prevé que empezará mañana con destino a Loja. La primera parada será San Pedro de la Bendita, posteriormente, tomarán el camino a Catamayo.
A dicho cantón la esperan llegar el 20 de agosto, en compañía de miles de seguidores. La imagen llegará a la iglesia de María Auxiliadora, en la que se realizará una liturgia especial. El 26 de agosto se presume que la Virgen del Cisne llegará a Loja. (I)
Placas de
agradecimiento
El Cisne. Un aproximado de 5.000 placas decora una de las paredes del Santuario. Se trata de mensajes de agradecimiento a la Virgen de El Cisne por las bendiciones. Algunos mensajes son enviados desde otras ciudades e, incluso, de devotos que residen en el exterior. Hay placas de madera y de mármol, que se adaptan a la pared. Estas se encuentran a un costado de las escalinatas que conducen a la parte posterior del Campo Mariano, Pero hay muchas más de las que se observan en este muro, pues la cantidad de fieles dejan sus recuerdos durante todo el año en el convento.
Ascender a la Gruta
del Santuario
El Cisne. Otro de los atractivos del Santuario es una gruta que se encuentra en la parte posterior del templo. Para acceder a la parte más alta, en la que se encuentra una Virgen fundida en bronce, es necesario ascender a través de 50 escalones que están en el medio de la gruta y en los laterales. Devotos acuden al lugar como penitencia o como parte del recorrido turístico que se hace en el lugar. Familias aprovechan para fotografiarse y fotografiar el Santuario, pues cuenta con una interesante vista de la parte posterior del templo y de la torre que está junto al Campo Mariano.
Oferta de hospedaje está completa
El Cisne. Con una capacidad de alojamiento para aproximadamente 400 personas, que se pueden hospedar en 18 hostales y un hotel, en las fiestas de la Virgen no dan abasto para recibir a los visitantes, por tal razón, más de 100 casas de posada permiten al turista acogerse en un domicilio de los nativos de El Cisne. Paralelamente, se abren decenas de baños en distintas viviendas de la parroquia. Además del Santuario, existe una espacio denominado “agua milagrosa”, un ojo de agua, y, por otra parte, cerca de 500 puestos de venta se extienden a los largo de seis cuadras en el centro.
Agua del milagro,
vertiente natural
El Cisne. Hay una versión del origen de la vertiente natural de agua conocida como “agua del milagro” que está ubicada a pocos kilómetros del Santuario. Se trata del sitio al que acuden peregrinos y turistas para “tomar el agua bendita”. Así lo hizo la familia García Faro, oriunda de la provincia de Santa Elena, que cree en el poder curativo del agua. Según reza la historia, en agosto de 1796 un enfermo de tuberculosis peregrinaba a El Cisne. De pronto, al verse sin fuerzas, exclamó: “Madre mía, no permitas que yo muera, dame agua para salvar mi vida” y, desde entonces y hasta el día de hoy no se seca la vertiente.
Fuente: Diario El Tiempo