Cuenca: Proyectos de viviendas solidarias crecen en la ciudad
La construcción de viviendas denominadas solidarias es la oferta que hoy en día presentan varias instituciones de diferente índole a nivel local, con el objetivo que las personas sobre todo de escasos recursos adquieran su vivienda propia. Para que una vivienda sea considerada de tipo social, no debe exceder de 30.000 y el área total de construcción no debe ser mayor a 45 metros cuadrados. Reinaldo Pacheco, gerente de la Cooperativa de Vivienda Frente de Reinvindicación del Magisterio del Azuay (F.R.M.A.), indicó que hasta la fecha 1.420 docentes se han beneficiado de los programas habitacionales que oferta esta cooperativa. Esta institución tiene prevista la construcción de un nuevo proyecto habitacional que tendrá una aplicación de cobertura para los socios afiliados la Unión Nacional de Educadores (UNE) y sus familiares. A decir de Pacheco en el nuevo programa ubicado en el sector El Guabo de la parroquia Sidcay, se construirán 300 viviendas, el área total del terreno para la construcción es de 120 metros cuadrados. Gabriel Bermeo, gerente de la Empresa Municipal de Urbanización y Vivienda (EMUVI), manifestó que están adjudicando las viviendas de los programas Tucumán y La Floresta, para personas de escasos recursos. Estas viviendas cuestan 30.000 y sus dimensiones son cinco metros de frente por 12 metros de fondo. Bermeo indicó que debido a la alta demanda de personas que buscan adquirir su casa propia, al momento gestionan dos nuevos proyectos para la ejecución de 380 soluciones habitacionales, ubicados en el sector de Guajibamba y en Ochoa León. El gerente de la EMUVI agregó que estos nuevos proyectos estarán abiertos a toda la ciudadanía y no se encasillarán solo en el aspecto económico de los aspirantes. Los requisitos básicos serán que no posean vivienda, no percibir un sueldo mayor a 900 dólares. Por su parte Leonardo Quito, gerente de la fundación La Comuna, manifestó que la idea de este proyecto de vivienda solidaria consiste en la adquisición de un terreno conjunto entre varios socios, con el fin de abaratar el precio. Quito indicó que de la longitud total del terreno se reserva un 20% para obras de veredas, vías, alcantarillado y áreas verdes, lo que permite que el 80% del terreno se divide en partes iguales para todos los socios que se inscribieron previamente para participar del proyecto. En una segunda etapa que empieza luego de 18 meses se entrega las escrituras con los terrenos lotizados con una dimensión de ocho metros de frente por 15 metros de fondo, los presupuestos que esta fundación maneja para la ejecución de las casas de una planta es de 18.000 y 30.000 para las viviendas de dos plantas.