Calderón, el defensa que marcó a Rooney
No es titular. Sin embargo, en los entrenamientos deja hasta la última gota de sudor; trabaja en silencio esperando su oportunidad. Está seguro que llegará el momento en que el profesor le diga: Diego vas de titular.
Mientras tanto, se mantiene con la misma sonrisa, pues sabe que ese momento llegará para defender los colores del Deportivo Cuenca. El “Pelusa” apodado así por un reconocido periodista guayaquileño, por llevar los mismos nombres de Maradona, cuenta que inició en el fútbol a los siete años en el barrio Santa Anita de Quito, junto a primos y hermanos. Pasó por la Liga Deportiva de Bellavista, luego ingresó en la escuela San Francisco de Quito, donde obtuvo una beca. A los 10 años llegó a Espoli, donde empezó a jugar en los torneos de AFNA; era arquero y después delantero. Cuando tuvo 17 años pasó a Liga de Quito y jugó de volante central. “El profesor Juan Carlos Oblitas me hizo debutar en el 2005 ante Olmedo, luego jugué contra el Deportivo Cuenca y Liga de Loja; no me fue tan bien”, recuerda sonriendo.
Después, cuenta que cuando llegó al Deportivo Azogues, previo a un partido se lesionaron los defensas Gabriel Achilier y Xavier Chila, por lo que el profesor Carlos Sevilla, le colocó de defensa central. A partir de ahí se asentó y se hizo popular. En 2007 regresa a Liga de Quito y se consolida en ese puesto. El “Pelusa” ecuatoriano logró con los albos un torneo nacional, una Copa Libertadores, una Copa Sudamericana, estuvo en el Mundial de Clubes, ganó una Recopa Sudamericana y jugó con la Selección nacional.
¿Qué se siente ganar títulos internacionales?
Es la meta de todo futbolista. Todos los jugadores queremos ganar partidos y títulos. Con Liga de Quito desde el 2007 lo pude conseguir: una Copa Libertadores, una Sudamericana, una Recopa… los máximos torneos de América.
¿Estuvo en el Mundial de Clubes?
Sí. Fue otro un sueño hecho realidad. Jugar contra el Manchester United, un equipo de talla mundial, fue lo máximo. (Exalta)
¿A quiénes nomás enfrentó?
Marcar a Wayne Rooney ante el Manchester en la final, fue algo que me quedó grabado. Incluso le pedí la camiseta. No sabía hablar inglés, pero las señas funcionaron bien. Él, entendió y cambiamos las camisetas. (Sonríe)
¿Con qué otro jugador se enfrentó?
Con Raúl, con el Real Madrid, pero no pude intercambiar la camiseta.
¿Por qué decidió venir al Deportivo Cuenca en este 2017?
Yo les pedí venir acá. La dirigencia me contó los objetivos y nos pusimos de acuerdo. Me motivó mucho el espacio que me brindaron para seguir con mi carrera y espero volver a consolidarme. Ayudar al equipo y dar alegrías a la hinchada del Cuenca.
Pero aún no es titular ¿Qué le hace falta para estar entre los once?
El club cuenta con dos extranjeros y uno como nacional tiene que esperar la oportunidad. El torneo es largo. Siempre me entreno al 100 por ciento y en silencio. Trabajo al máximo, hablo con las personas que saben escuchar para transmitir cosas positivas, corregirme primero y corregir al resto.
¿Ser suplente no le incomoda?
No. Para ser considerado tienes que trabajar muy duro. Los alternantes trabajamos al máximo y los titulares tienen que hacerlo el doble para no perder el puesto. Ojalá pronto esté en el rol titular.
¿Pero, por su experiencia puede ser uno de los líderes del grupo?
Puedo ser uno de los líderes en el grupo. Estoy para aconsejar a los más chicos con mis vivencias. A los que no estámos jugando les pido que entrenemos más. Estar fuerte psicológicamente, ya llegará el momento.
¿Con quienes vive en Cuenca?
Con mi mamá, si señora y tres hijos.
¿Si le gusta la ciudad?
Cuenca es muy tranquila. No he salido mucho, las pocas veces que lo he hecho ha sido para pasear con mis hijos, ir al cine…
¿Sus hijos estudian?
Sí. Ahora lo hacen a distancia. Los profesores les envían las tareas desde Quito y ellos, Diego Armando y Andrea los hacen aquí.
¿Usted los ayuda ha realizar los deberes?
Sí, claro. En las tardes, aunque mi mamá es la que más tiempo pasa con ellos. Ella los ha acompañado desde siempre. Vive con nosotros.
¿De cuántos está integrada su familia?
Somos un batallón. (Sonríe).
Tengo cinco hijos, en tres matrimonios. Ahora estoy en unión libre, tenemos un niño, Yasmani. Mis hijos, Diego Armando y Andrea y mi mamá Laura Espinoza viven acá. Mis otros dos hijos Carlos Andrés y Emilia están con la mamá. Pero todos son mis mayores anhelos, siempre he respondido por ellos.
¿Cómo es la vida con ellos?
Con ellos voy al cine, al parque, vemos películas en casa. Con Diego Armando salimos a veces a la cancha de tierrita (La Gloria) y jugamos fútbol.
¿Qué le dice a la hinchada del D. Cuenca?
Que no se preocupen, que nosotros estamos trabajando para dar alegrías. Queremos darles una nueva copa. Sería maravilloso para todos. (MRO) (D).
Fuente: Diario El Tiempo.