Venezuela presenta nuevos billetes en medio de una aguda crisis
A las filas de los bancos de Venezuela no se llega con las manos vacías: la inflación es tan alta que es común observar hombres y mujeres cargados de mochilas, cajas cartón y carritos de supermercado repletos de billetes.
Los comercios se resisten a recibir cheques y los bancos fijan límites de crédito insuficientes para que la gente pueda pagar artículos básicos, bienes y servicios. Hay tarjetas cuyo techo es 60.000 bolívares, pero en Caracas un neumático cuesta entre 90.000 y 130.000 bolívares. En Venezuela, sufrir un pinchazo en la carretera puede convertirse en la peor pesadilla de un conductor.
Para tratar de solucionar la situación, el Banco Central de Venezuela presentó el miércoles seis nuevos billetes que suman dos ceros a la antigua denominación. Nelson Merentes, presidente de la institución, dijo en una rueda de prensa que a partir del 15 de diciembre comenzarán a circular y su valor irá de 500 a 20.000 bolívares.
Aunque se especulaba que la imagen de Hugo Chávez podría aparecer en alguno de los nuevos billetes, éstos mantendrán la imagen de los próceres de la independencia venezolana, como Simón Bolívar. Se espera que con esta medida ya no sea necesario cargar con fajos y fajos de dinero para comprar algo tan sencillo como una bebida gaseosa de dos litros o un foco de tecnología LED.
“Ya era hora. Es ridículo cargar bolsas de billetes cada vez que uno va a comprar algo y ni hablar el riesgo que uno corre cuando entra o sale de los bancos con muchas pacas de billetes”, dijo Carlos Murillo a The Associated Press.
El venezolano -empleado de correspondencia motorizado de 31 años- dijo también que un compañero de trabajo fue herido de bala en octubre después de hacer un retiro en el banco. Su colega sólo recibió 50.000 bolívares, pero el dinero le fue entregado en billetes 20. ¿Quién podría guardarse 2,500 piezas de papel moneda en el bolsillo del pantalón?
Detrás de este problema hay un alto índice inflacionario de tres dígitos y una devaluación sostenida. Las consecuencias de la crisis económica se observan en las calles, a donde los venezolanos salen cargados con lo que ante unos ojos extranjeros parecerían grandes sumas de dinero.
Venezuela es uno de los países más violentos del mundo. Según registros de la Fiscalía General, la tasa de homicidios cerró 2015 en 58 por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, de acuerdo a los cálculos del Observatorio se alcanzó una tasa de 90 por cada 100.000 personas.
Además de la galopante delincuencia, Venezuela está sumida en graves problemas de escasez de alimentos, medicinas y una fuerte recesión agravada por la caída del precio del petróleo, que supone el 96% de los ingresos por exportaciones del país.
El Fondo Monetario Internacional estima que la inflación venezolana podría alcanzar cuatro dígitos en 2017, mientras economistas locales estiman que el año pasado cerró en 270,7%. Sin embargo, hace varios años que el gobierno se niega a revelar cifras precisas.
Venezuela mantiene estrictos controles monetarios desde 2003 y en la actualidad tiene dos tasas de cambio legales, de 10 y 657 bolívares por dólar para importaciones prioritarias. Sin embargo, la gente y las empresas acuden al mercado negro cuando el gobierno no les autoriza comprar dólares a tasas legales y un dólar puede adquirirse en cantidades seis o siete veces más altas.
Por ahora al menos se pretende que la nueva expedición de billetes solucione el problema que para los venezolanos supone conseguir efectivo. “Espero que suban el monto que uno puede retirar de los cajeros y que no se queden vacíos tan rápidamente”, dice Zuleima Rodríguez, una oficinista de 26 años.
Hasta el momento, los cajeros automáticos venezolanos limitan las cantidades que expiden: su espacio es limitado y a los encargados les resulta imposible meter más billetes.
Fuente: Diario El Universo