Se frustra el sueño del Chapecoense
La final soñada de la Copa Sudamericana de fútbol acabó en tragedia para el club brasileño Chapecoense, cuya expedición a la ciudad colombiana de Medellín dejó 71 muertos y seis heridos al accidentarse en una montaña el avión en que viajaban, según precisaron ayer las autoridades.
El aparato, un Avro Regional RJ85, de fabricación británica, de la aerolínea boliviana Lamia, con capital venezolano, y que llevaba 77 personas a bordo, “se declaró en emergencia” la noche del lunes “por fallas eléctricas” cuando se aproximaba al Aeropuerto Internacional, José María Córdova de Medellín, en el noroeste de Colombia, sede del Atlético Nacional, el que hoy sería el rival finalista de Chapeconse.
Menos de dos horas después, la Aeronáutica Civil confirmaba el accidente sufrido por el avión en las faldas del Cerro Gordo, entre las localidades de La Unión y La Ceja, en el departamento de Antioquia, y a solo 17 kilómetros en línea recta de Rionegro, localidad donde está situado el aeropuerto de Medellín.
La cifra de 81 ocupantes del aparato suministrada inicialmente por las autoridades, y de 75 fallecidos, fue corregida luego por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, manifestando que cuatro personas que estaban en la lista de viajeros no embarcaron a última hora.
En la madrugada de ayer, todavía en medio de la obscuridad, socorristas rescataron a los primeros supervivientes del avión boliviano, lo que dio una luz de esperanza, pero al amanecer las autoridades ya daban por cerrado el trágico balance.
El club
La delegación deportiva, compuesta por 22 jugadores del Chapecoense, 25 directivos, personal técnico e invitados y 21 periodistas de medios brasileños e internacionales, partió de Sao Paulo con destino a Santa Cruz de la Sierra, Bolivia donde abordaron el avión de Lamia, que llevaba una tripulación de nueve personas.
Seis de las 77 personas sobrevivieron: los futbolistas Alan Ruschel, Jackson Follman, y Helio Neto; el periodista Rafael Valmorbida, y los tripulantes Ximena Suárez (azafata) y Erwin Tumiri (técnico), quienes fueron ingresados en distintos hospitales cercanos a Medellín, según la Aerocivil.
Los 77 cadáveres ya fueron recuperados en el lugar del accidente y fueron trasladados a Medellín para su identificación y posterior entrega a los familiares.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, definió lo sucedido como “una tragedia que nos enluta” pese a que ninguno de los fallecidos era colombiano, al tiempo que expresó su “solidaridad” con las familias de las víctimas y con Brasil.
Informe
En su primer comunicado emitido, por el aeropuerto José María Córdova de Medellín informaba de “fallas eléctricas” que pueden haber causado una emergencia en la maniobra de aproximación. Otra posibilidad apuntada por medios locales que citan a autoridades es que al avión no le haya alcanzado el combustible, hipótesis reforzada por el hecho de que la aeronave no hizo explosión ni se incendió al caer, lo que en parte permitió que hayan sobrevivido algunos ocupantes.
También se ha barajado la de que el avión, diseñado para distancias cortas, haya estado en el límite de su autonomía de vuelo en el viaje de unos 3.000 kilómetros entre Santa Cruz de la Sierra y Medellín. (D)
Wembley se ilumina en memoria de afectados
Londres, EFE. El estadio londinense de Wembley iluminó ayer de color verde su icónico arco en memoria de los afectados por el trágico accidente del Chapecoense en Medellín.
Además del arco, de 134 metros del altura, en la fachada principal del estadio, sede habitual de los partidos de la selección inglesa, se proyectó, también en verde, el color que representa al club, la inscripción: “Força Chape”.
El Chapecoense, un equipo del estado brasileño de Santa Catarina, viajaba el lunes hacia Medellín para disputar el miércoles el partido de ida de la final de la Copa frente a Atlético Nacional.
Fuente: El Tiempo.