Cuba: Celac toma pista, pero aún no exhibe resultados
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) dio un paso político firme en su afán de consolidarse como nuevo organismo de integración regional, sin la presencia de EE.UU. y Canadá. Al menos tres hechos simbólicos registrados en su segunda cumbre -celebrada entre martes y miércoles en Cuba- conducen a esa conclusión. El primero fue la asistencia de casi todos los presidentes y jefes de Estado de los países miembros de este espacio. Treinta gobernantes de los 33 países que integran la Celac asistieron a la cita de La Habana, en una muestra de la importancia que los países le dieron al encuentro regional. Ese número de asistentes es superior en comparación a las dos las últimas cumbres iberoamericanas, en España (2012) y Panamá (2013), que solo recibieron a 13 y a nueve mandatarios, respectivamente. “El hecho de que los 33 países que se reúnen sean miembros activos de la OEA con la excepción de Cuba, implica que hay potencialidad a medio plazo de acercamiento entre todos los países del hemisferio”, dijo el experto en política internacional Carlos Portales, citado por la agencia Reuters. El segundo punto en el proceso de legitimación de la Celac fue la presencia histórica de los secretarios de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos (OEA). En especial la de José Miguel Insulza, representante de la OEA, quien se convirtió en el primer secretario del organismo con sede en Washington en visitar Cuba en medio siglo. “Estoy aquí para rendir tributo a lo que ustedes están construyendo”, fueron las palabras de Ban Ki-moon, secretario de la ONU, quien no dejó de alertar que temas como el respeto a los DD.HH. aún son tareas pendientes en la región. El tercer hecho fue el que la cumbre de la Celac se convirtiese en escenario de un espaldarazo político para el Régimen cubano. De hecho, en pleno desarrollo del encuentro, en Bruselas la Unión Europea (UE) alcanzó un “nuevo acuerdo global” para negociar con Cuba a fin de “consolidar las relaciones existentes”. Y si bien una de las conclusiones centrales de la cita de la Celac fue declararse como una “zona de paz” y reafirmar el espíritu de integración, los gobernantes reconocieron que falta resultados más concretos. El propio Gobierno de Venezuela, impulsor de la Celac, sostiene que se requieren concretar proyectos regionales. “Hemos acumulado un patrimonio fundamental y común, ahora se trata de pasar de la idea a la acción”, dijo el presidente Nicolás Maduro en la plenaria. Desde su óptica, el reto es que la Celac se transforme en “una poderosa” zona económica de desarrollo complementario, compartido, financiero, industrial y tecnológico. “Hasta Piñera está de acuerdo”, afirmó bromeando Raúl Castro, al concluir la intervención de Maduro, en referencia al presidente de Chile, Sebastián Piñera, identificado como político de derecha. De forma similar se pronunció el líder boliviano Evo Morales, quien pidió concretar mecanismos de cooperación entre los países miembros de la Celac. Y ejemplificó que se podría crear un fondo para enfrentar desastres naturales.
Fuente: Diario El Comercio