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La solidaridad es grande en Cuenca

Aunque el sismo no generó un mayor impacto físico en esta ciudad y provincia, en donde sí hubo un efecto inmediato fue en la conciencia ciudadana. Los cuencanos se volcaron a donar comida y vituallas para los damnificados de Manabí.

La gente llegaba con fundas que contenían comida, ropa, artículos de aseo pero principalmente agua, elemento considerado indispensable porque los sistemas de provisión en esa parte del país colapsaron tras el movimiento telúrico.

Previa coordinación del Comité de Operaciones Emergentes, COE, se dispuso que la Casa de la Provincia, el Banco de Alimentos en Turi, el Parque de la Madre, la Gobernación del Azuay, la oficina de Desarrollo Social y las oficinas del MIES sean los puntos para acopiar las donaciones.
Belén Abad y Jorge Padilla llegaron al MIES ubicado en la avenida Remigio Crespo para entregar ropa y comida. Ellos saben que ante la magnitud del evento es un “grano de arena”, pero al mismo tiempo reflexionaron que es lo mínimo que se debe hacer como ciudadano ante la emergencia que vive esa zona del país.
En una sala del MIES se observó una gran cantidad de ropa y comida entregada por gente solidaria que era clasificada por funcionarios de este Ministerio.
Si bien voluntad era lo que sobraba, quienes receptaban los donativos pidieron que se entregue ropa liviana, prendas y comida para niños, artículos de aseo personal y abrelatas.

Comida
El Banco de Alimentos de la Prefectura del Azuay literalmente se quedó ayer sin fondos, pues las cerca de dos toneladas de comida que ahí se guardaban fueron trasladadas a Pedernales a partir de las 15:30.
Desde primeras horas de la mañana personal de la Prefectura se dedicó a elaborar las raciones alimenticias donde se incluían galletas, agua, fideos, arroz, azúcar y atún.
Según la viceprefecta del Azuay, María Cecilia Alvarado, a este contingente se sumaron los donativos que la ciudadanía dejó en la Casa de la Provincia y que en la tarde se trasladaron en tres camiones de esta institución para entregarse directamente al MIES de Manabí.
Pero también en las oficinas de Desarrollo Social Municipal se evidenció la voluntad de la ciudadanía que arribó para traer lo que su voluntad guiaba. Similar situación se dio en la Gobernación del Azuay en donde se vio un importante movimiento de ciudadanos con el mismo objetivo. Aunque a primera vista la cantidad de donativos era grande, la cantidad está por determinarse.

Afectaciones

En cuanto a los efectos del sismo, el director municipal de Gestión de Riesgos, Geovanny Iñamagua, ratificó que más allá de un muro caído en la avenida Ordóñez Lasso, en el cantón no hubo mayores novedades.
El alcalde Marcelo Cabrera agregó que en algunos sectores hubo un corte de energía eléctrica pero que fue restituida al poco tiempo. Al considerar que en Manabí las necesidades son urgentes, dispuso la movilización de maquinaria liviana a esas poblaciones para que ayuden en los rescates.
Asimismo, la directora provincial del MIES, Juanita Bersosa, aseguró que en los cantones no hubo la necesidad de activar albergues, pero lo que sí están disponibles son todas las oficinas de Azogues, Cuenca, Gualaceo, Santa Isabel, Sígsig y La Troncal para recibir las donaciones.

Clases
En el caso de los planteles educativos de la provincia, el único en el que se suspenden las clases es en el conservatorio José María Rodríguez, debido al hundimiento de uno de sus muros.
La coordinadora zonal de Educación, María Eugenia Verdugo, llamó a estudiantes y padres de familia para apoyar a los damnificados llevando alimentos o un bidón de agua a sus instituciones.

Fuente: Diario El Tiempo