Mónica Cajamarca, su tenacidad la lleva a Río
Con siete meses de preparación intensa y sorteando varios inconvenientes de toda índole, la maratonista Mónica Cajamarca llegó a Viena, Austria, con el firme propósito de colocar la marca para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Su tenacidad la pondrá el próximo 21 de agosto a competir con las mejores del mundo en la prueba con la que cierra la cita ecuménica del deporte en el mundo.
Ayer arribó a la Federación Deportiva del Azuay junto a su esposo Santiago Loja y su entrenador Adrián Torres, que de paso es su primer técnico en su vida deportiva. Luego, Cajamarca se presentó ante todos los que estuvieron reunidos: autoridades, prensa, invitados y algunos atletas que llegaron a la sala de sesiones.
“Quiero que me conozcan, porque sé que no saben muchas cosas de mi”, empezó Cajamarca, ante la mirada sorpresiva de todos; después hizo un breve repaso sobre su vida deportiva.
“Me inicié en el colegio Garaicoa, allí agarré gusto por el atletismo, aunque a mi mamá no le agradó”, afirmó la deportista oriunda de El Valle.
La exigencia que tiene este deporte, la alejó del mismo por un tiempo. “Me casé y luego mi esposo Santiago, quien fue halterista, me convenció para retornar a las competencias. La primera carrera que competí fue la de San Blas, allí quedé cuarta y gané 100 dólares de premio; esto era bueno para mi, me ayudaba con ese dinero”, comentó.
En el 2014, conoció a Adrián Torres quien convenció a la atleta de volver a las pistas y lo hizo, esta vez con un plan definido para encarar las carreras. Cajamarca compitió en circuitos cortos en la ciudad y en el país.
Pero aún no despuntaba, incluso Torres comentó que se tuvo que intensificar con ella porque se había acostumbrado a hacer repeticiones pequeñas. “Pasé de cumplir cinco repeticiones de 400 metros a 15 repeticiones de 1.000 metros cada una”, indicó la atleta que junto a Rosalba Chacha y Silvia Paredes conforman la delegación femenina del Ecuador en maratón.
Clasificación
Entrenó de manera fuerte en los últimos siete meses, después de haber dado a luz a su segunda hija. “Parecía que me alejaba del deporte pero esto a mi me gusta y me siento mal si no hago ejercicio”, indicó Cajamarca.
Las dos horas, 37 minutos y 58 segundos la ubican como una de las 10 mejores marcas en la historia del maratón nacional, según Manuel Bravo, presidente de la Federación Ecuatoriana de Atletismo. “Bajamos en 20 minutos el registro que tenía anteriormente, en una maratón que se corrió en el año 2013. El ganar la media maratón con una hora y 18 minutos me dio buenas sensaciones”, añadió la atleta.
Agradeció de manera especial a todos aquellos que hicieron posible su viaje a Viena y su preparación. “Los pasajes lo compramos con la tarjeta de crédito de un amigo y aún tenemos 12 meses para pagarlo”, comentó entre risas Cajamarca.
Su familia, su esposo, sus hijas son su apoyo en todo momento. “Tenía un sueño y se cumplió, esto es una clara muestra de que sí se puede y hay que apoyar a los deportistas que como yo trabajan en silencio y mucha gente lo desconoce. Por mi ocupación entrenaba en las noches y tenemos un grupo al que le estoy muy agradecido, el respaldo de ellos es importante”, dijo Cajamarca, quien al ser consultada sobre si en ese tiempo recibió el respaldo de alguna entidad vinculada con el deporte respondió: “no, lamentablemente nadie me ofreció un respaldo, pero eso ya quedó atrás, ahora hay que mirar para adelante”.
Antes de despedirse comentó que asistirá a la media maratón de Río de Janeiro en el mes de junio, donde se podrá comprobar el recorrido por donde se hará la maratón. Para ese mes, la atleta cuencana ya será parte del Plan Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte. (CPM) (D).
Fuente: El Tiempo.