Danza y música por la inclusión

Niños y adultos con síndrome de Down demostraron ayer que su condición genética no es impedimento para convertirse en un artista. Por unas horas se transformaron en bailarines de ballet, cantantes y actores, demostrando su talento a familiares y amigos que llenaron el Salón de la Ciudad para verlos en el escenario.

El evento denominado Sueños, magia y alegría, fue organizado por el centro de neurodesarrollo de la fundación Huiracocha Tutivén. Este acto se cumplió como un homenaje a la lucha de las personas con síndrome de Down al recordarse ayer el día mundial de esta condición genética.
El objetivo de la iniciativa es demostrar que la inclusión de las personas con síndrome de Down, tanto en el sistema educativo como laboral, es posible en nuestra sociedad. “Tener una diversidad genética no los hace menos que los demás”, dijo la directora de la fundación Huiracocha Tutivén, María de Lourdes Huiracocha.
Inclusión
La activista, quien tiene un hermano con síndrome de Down, sostiene que es necesario que desde los sistemas públicos de salud, educación y trabajo se fomenten iniciativas que permitan la inclusión.
Con ella coincide Mireya Torres, madre de una niña con síndrome de Down, quien teme que cuando su hija crezca no encuentre apoyo para desenvolverse por sí misma. “Nosotros no vamos a ser eternos y esperamos mejores garantías para que cuando crezcan sean incluidos en la sociedad”, comentó.
María de Lourdes Huiracocha señala que al igual que su fundación, varios centros de atención integral y colectivos ciudadanos luchan por una sociedad más incluyente y esperan mayor apoyo del Estado en esta acción. “La inclusión es nuestra meta y somos incansables en ese objetivo”, aseguró.

FUENTE: EL TIEMPO

R.A