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Costa este de EE.UU. se recupera tras nevada.

Con el transporte público ralentizado y cientos de vuelos cancelados, millones de personas en el este de EE.UU. intentaron ayer volver a la normalidad tras la feroz nevada del fin de semana, que costó la vida a al menos 37 personas y todavía paraliza la actividad en escuelas y centros de trabajo.

Más de 40 horas después de que el sábado por la noche cayera el último copo de nieve, el recuento de fallecidos por la tormenta Jonás asciende a al menos 37 en todo el país, según estimaciones de autoridades locales.
Las causas de las muertes fueron desde la hipotermia a los accidentes automovilísticos, pasando por la intoxicación con monóxido de carbono y los ataques al corazón de varios ancianos que trataban de despejar la nieve de sus casas.
Unos 1.600 vuelos internos,  con origen o destino en Estados Unidos resultaron cancelados ayer, y al menos 1.326 fueron retrasados, según el recuento del sitio web especializado flightaware.com.
Pero esas cifras son inferiores a las del fin de semana, y los aeropuertos de Dulles, Ronald Reagan y Baltimore, los más cercanos a Washington, pudieron reanudar ayer sus operaciones.
Los aeropuertos de Newark en Nueva Jersey, LaGuardia en Nueva York y Filadelfia también resultaron afectados por el temporal, que desde el viernes dejó más de 12.000 cancelaciones de vuelos en todo el país.
El comienzo de la semana laboral se dividió entre los que atravesaron problemas de tráfico y montañas de nieve para ir a trabajar y los que recibieron permiso para hacerlo desde casa.
Además, el Gobierno federal permaneció cerrado y las escuelas desde Washington hasta Nueva Jersey dieron a sus estudiantes el día libre, con la excepción de la ciudad de Nueva York.
Pese a que las carreteras están cada vez más limpias, las autoridades de buena parte de la costa este pidieron a los conductores que evitaran usar el automóvil en la medida de lo posible, para poder terminar de retirar la nieve de las vías.
“Estamos haciendo muchos avances”, dijo ayer la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser.
No obstante, advirtió que llevará “mucho tiempo limpiar” los más de 7.000 kilómetros de carreteras de la ciudad.
Esta fue la segunda nevada más intensa de la historia de Nueva York, con 68 centímetros de nieve, levemente por debajo del récord de febrero de 2006 de 68,3 centímetros, teniendo en cuenta los registros que se hacen en la ciudad desde hace siglo y medio.

Fuente: DIARIO EL TIEMPO

R.A