Fuerza, velocidad y potencia deben potenciarse en una pretemporada
Luis Soler, extécnico de Barcelona, señala que es vital que los jugadores no dejen de ejercitarse en los 10 o 15 días de vacaciones después del final del torneo.
Pese a haber evolucionado con el paso de los años, el concepto de pretemporada mantiene por importancia la etiqueta de “la base para el resto de la temporada”. En este periplo -que para la mayoría de clubes de la serie A inició esta semana- el equipo se somete a un programa de entrenamiento que por carecer de tiempo (menos de un mes) amalgama la parte física, técnica, táctica y psicológica desde la primera sesión de trabajo.
El reconocido preparador físico alemán Manfred Grosser, en su libro Alto Rendimiento Deportivo, resume la etapa preparatoria “como una estructura de planificación que contempla dos macrociclos”.
En nuestro fútbol lo determinan las dos etapas competitivas de la temporada regular en las que también se considera el desgaste de los jugadores por torneos internacionales y llamados de la selección nacional. El método moderno de la pretemporada comprende tres fases: acumulación, transformación y realización. Puesto en práctica, el proceso se divide en entrenamiento de condición física (ver infografía), táctico y técnico-táctico.
El éxito del proceso dependerá de que el cuerpo técnico consiga desarrollar físicamente al plantel en función del plan de juego. Fracasar en este objetivo traerá retrasos para hallar un equipo competitivo. Pero esto dependerá del compromiso y responsabilidad con la que se encare este período. Según el profesor Luis Soler, “ambos aspectos deben mantenerse desde las vacaciones”.
Un ejemplo cercano que refuerza la importancia de realizar una pretemporada responsable se remonta al irreconocible Barcelona del torneo 2013. Tras la epopeya de la ‘Estrella 14’ en 2012, el elenco principal no volvió a ser el mismo para el torneo siguiente.
El 2 de diciembre el equipo quedó libre. Tras 35 días de descanso, el 7 de enero los jugadores viajaron a Machala para arrancar la pretemporada. Se trataba de una plantilla con varios elementos fuera de forma, la cual el cuerpo técnico encabezado por Gustavo Costas no lograría recuperar en los siguientes 22 días; pues el trabajo en la capital bananera acusó falta de un ambiente de concentración.
Los resultados fueron palpables: de ser campeón a dubitar en la mitad de la tabla hasta el final del año, un semestre sin una idea de juego clara y futbolistas que no lograban cerrar partidos por carecer de arrestos físicos.
El técnico Soler ve este caso “como una excepción” y apunta que las “tareas vacacionales” son determinantes para no empezar de cero.
“En los 10 o 15 días de asueto, lo recomendable es que sus días tengan un 30% libre y el 70% restante mantengan actividad física”, apunta el DT.
No se busca que el jugador viva en el gimnasio, pero que sí practique otros deportes de manera recreativa que lo mantengan en forma. Con el equipo listo para empezar con la pretemporada, el objetivo será infundir la idea de juego.
El tiempo que tarde en tomar forma el planteamiento dependerá mucho de si el técnico viene de la temporada anterior o es nuevo.
La periodización táctica
Si se habla de metodologías en auge, el de la periodización táctica es el que más sobresale, tanto por la optimización del tiempo de entrenamiento, como por la reducción de la carga física de los jugadores.
El profesor Alfredo Encalada, catedrático del Instituto Tecnológico Superior de Fútbol de la FEF, explica que se trata de una planificación globalizada. El programa consiste en seis sesiones (una por día) con diferentes ritmos de trabajo y de una duración que no debe pasar de los 90 minutos y queda eliminada definitivamente la doble jornada (ver infografía).
“Pese a ser prioritaria la ejecución del plan de juego, la base aeróbica del equipo debe potenciarse en fuerza, velocidad y potencia”, comenta el facultativo. El proceso inicia con la evaluación del técnico respecto a las características de sus jugadores; “no es copiar una idea de juego, sino plasmar una e ir ajustándola de acuerdo a las necesidades”, manifiesta el DT. Encalada acota que es imprescindible que el equipo haya sido armado por el técnico en función de su planteamiento, de lo contrario los resultados tardarán en llegar o no llegarán. (I)
Emelec viajó a Buenos Aires con 32 jugadores
Con un grupo de 32 jugadores viajó el equipo principal de Emelec la mañana de ayer a Buenos Aires (Argentina), lugar donde realizará su pretemporada hasta el próximo 21 de enero. En ese país se unirá al grupo el cuerpo técnico liderado por Omar De Felippe.
Los que no viajaron, a pesar de tener un vínculo con el club, fueron Miler Bolaños y Fernando Gaibor. Mientras que el zaguero John Narváez se quedó en Guayaquil arreglando su situación contractual con la dirigencia, y en las próximas horas viajaría a territorio argentino. Se conoció que los dueños de los derechos deportivos del defensa quieren venderlo, pero que la dirigencia azul solo desea prestarlo.
Por su parte Bolaños aún no define su continuidad con los ‘eléctricos’ y la intención de la dirigencia es retenerlo 6 meses; pero el goleador desea jugar en el extranjero. Mientras que Gaibor se quedó en Guayaquil con permiso por el nacimiento de su hijo; el volante viajará el sábado a Buenos Aires.
En el caso de Edison Preciado, que a inicios de semana afirmó ser nuevo jugador del ‘Bombillo’, no viajó con el grupo porque nunca se vinculó legalmente al club. Luis Idrovo, gerente deportivo de Emelec, explicó que Preciado no viajó “porque no es jugador del equipo”.
Preciado, según un ‘tuit’ publicado ayer por radio Caravana de Guayaquil, firmó el pasado 19 de diciembre un contrato con Emelec, pero admitió que se confundió en los valores. (I).
Fuente: Diario El Telégrafo.