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“Perico” Corral se abre camino en escalada en roca

Ascender por primera vez una de las grandes paredes verticales más codiciadas por los escaladores del mundo, El Gigante (900 metros y alto grado de dificultad), en Chihuahua, México, fue una de las experiencias que más dejó huella en el 2015 a Pedro “Perico” Corral. “Me enseñó bastante, mucha técnica, a controlar la cabeza, aguantar jornadas largas de comer poco y escalar bastante”.

En la actualidad, a la par de sus actividades como entrenador de la Federación Deportiva del Azuay, está enfocado a la escalada de dificultad a largos. Fue así que los primeros días de diciembre, después de 20 a 25 intentos, cumplió una de la rutas más difíciles del país en escalada en roca: Middle Earth 8b, en el Parque Nacional El Cajas. “Son paredes totalmente verticales, incluso un poco en contra, desplomadas como se llama en escalada”.

Es que para “Perico” plantearse objetivos grandes le mantiene motivado en el deporte. De allí que para el próximo año tiene previsto abrir nuevas rutas con alta dificultad y resolver otras que están pendientes dentro del país. Con esa preparación en octubre aspira estar en la Red River Gorges considerado la mejor zona de escalada deportiva de Estados Unidos. Para cumplir su objetivo apela al apoyo de personas naturales y jurídicas. Busca adquirir los implementos necesarios para armar rutas seguras.

Corral empezó en la escalada dos días después de cumplir 15 años por invitación de su primo. “Los primeros años fueron fuertes. Diría que soy lento en el aprendizaje pero ahí está cuando la dedicación vence al talento, entrené entrené y entrené hasta lograr un poco de objetivos: campeonatos nacionales, salidas y medallas internacionales”. ¿Por qué pensaba que no tenía talento? “Era como quien dice un poco inútil solo tenía fuerza en los brazos, no sabía cómo poner los pies, era nervioso en las competencias…”.

Como si fuera ayer, aún recuerda que su primera competencia fue en un Nacional en Cuenca. Obtuvo medalla de plata en Velocidad, modalidad que dominaba a la perfección y en la que también brilló en su primera experiencia internacional. Fue en un Sudamericano en Ibarra, en el 2009. En la semifinal por el tercer lugar se impuso al favorito de la delegación ecuatoriana, el imbabureño Isaac Estévez.

Cuando las autoridades establecieron una ruta fija para las competencias, se inclinó por las otras modalidades: Dificultad y Bloque, pero siempre con la duda si nació o no para dicho deporte y con la presión externa que no le animaba a continuar. “Cuando uno quiere, puede. En este momento estoy como entrenador de escalada y lo que decían que el deporte no te va a dar de comer, bueno, eso es lo que me está dado de comer ahora y está haciendo que mis sueños se hagan realidad”.

Hace cinco meses se graduó como Ingeniero de Sistemas pero aún no lo ejerce. La escalada es su prioridad a pesar que antes de los 15 años practicaba fútbol, ciclismo y taekwondo. (BST)-(D)

Detalles

Para Corral la escalada es muy mental porque tiene que luchar con varios riesgos y con muchos miedos. La concentración y tranquilidad “se gana con los años de escalada, con estar en la pared y aprender a disfrutar de eso”.

Si bien ser de contextura delgada es un factor positivo para la práctica del deporte porque “todo el peso del cuerpo está sobre los dedos”, no es un obstáculo para que las personas que no son de ese biotipo entrenen escalada.

Fuente: Diario El Mercurio.