Matute cuenta sus experiencias en la Liga de Macedonia
El idioma, el clima, una lesión de tobillo y estar lejos de su esposa Betsabé Heredia fueron situaciones que enfrentó David Matute una vez que se vinculó al FK Horizont Turnovo, de la primera división de la Liga de Macedonia, a mediados de este año.
La paralización del campeonato, debido a las bajas temperaturas, le tiene de vuelta a su tierra natal al cuencano de 21 años. A su regreso tuvo que desistir la invitación de formar parte de la selección de extranjeros para medir al equipo nacional de Macedonia. Por tiempo y costos de pasajes aéreos no pudo quedarse. “Yo ya tenía que viajar el 10 de diciembre (a Cuenca). Si me quedaba tenía que cambiar el vuelo y eso valía 700 euros porque era triple pasaje”.
Superada la tristeza y seguro de haber hecho un buen trabajo en su Club –a tal punto que le convocan a una selección-, Matute espera que a su regreso el técnico macedonio Jane Nikolovski le brinde la misma confianza en instancias decisivas para el Turnovo.
En la Copa Nacional clasificó a semifinales donde enfrentará al Shkendija el primero de marzo y 12 de abril. En la Liga es séptimo con 20 -8 pero ya le dio alcance al sexto, Renova con 20 -6.
En la Primera Liga intervienen 10 clubes en la modalidad todos contra todos en partidos de ida, vuelta e ida. Los seis primeros disputarán el título; los cuatro últimos jugarán el no descenso. En la fecha 19, el 22 de febrero, Turnovo visitará al Shkendija, segundo en la clasificación con 38 +23.
Matute debutó el nueve de agosto en el triunfo por 4-0 de su equipo frente al Renova. Desde entonces registra 11 partidos en Liga, dos en Copa, dos goles y algunas asistencias.
Su primer gol fue en su segundo partido oficial en la Liga, el 16 de agosto. Turnovo visitó al Rabotnički y cayó 4-2. Matute marcó a los 57’. El segundo fue de Sashko Pandev, hermano del internacional Goran Pandev, campeón de la Liga de Campeones con el Inter que dirigió Mourinho, y que es “amado” en Macedonia.
Lesión
En octubre estuvo alejado de las canchas por tres semanas debido a un esguince de tobillo grado dos. El frío no le ayudaba al dolor hasta que le llevaron a una practicante de la antigua medicina. “Me cogió el tobillo hinchado y con el pulgar me tocó e hizo un movimiento hacia arriba y me dijo: ya estás listo. No se demoró ni 40 segundos”. Incrédulo dejó el aposento de aquella mujer y de repente “funcionó, ya me sentía bien”.
Mientras se recuperaba, al no estar de forma regular con sus compañeros le tocaba pedir su propio menú. Matute maneja el inglés en un 90 a 95 %, pero el mesero no entendía nada. “Yo sabía pocas palabras en macedonio, por ejemplo almuerzo: ручек (ruček) y cena: вечера (večera) pero no cosas específicas. Entonces utilizábamos el lenguaje de señas. Perdón por la expresión pero parecíamos dos tontos queriendo entendernos. En el vaivén de ideas no sé lo que entendía y me traía lo que no pedía. A veces le traducía hasta con el celular y ni aun así me entendía”.
Con el tiempo, Matute sumó más términos macedonios a su vocabulario e hizo una gran amistad con los meseros a quienes comenzó a enseñarles inglés.
Estilo
A Matute le costó adaptarse al juego que practicaba Turnovo a un toque en espacios reducidos y al entrenamiento a las 14:00 a 37° centígrados. Desde mediados de septiembre a octubre se sintió más cómodo con un clima parecido al de Cuenca hasta que llegó el invierno donde entrenaban a dos o tres grados con pantalón, chompa y encima la casaca, pero “los pies se congelaban y era difícil de entrenar”. Lo mismo pasaba en los partidos donde sentía que “los dedos del pie se encogían” al no contar con pupos apropiados para bajas temperaturas.
Según Matute, el balompié macedonio es una buena vitrina para los jugadores que buscan otras ligas europeas ya que los agentes de países cercanos pueden observarlos con mayor facilidad. Aunque hay la alternativa de vincularse al Vardar o al Shkendija, comparados como el FC Barcelona y Real Madrid respectivamente.
Son los dos clubes macedonios que regularmente disputan torneos internacionales y copan las portadas de los periódicos. La críticas fueron fuertes, dice Matute, luego que Turnovo ganó 2-1 y le arrebató el invicto al Vardar y después que le empató al Shkendija en su propia cancha.
Contrato
Matute tiene contrato con Deportivo Cuenca hasta diciembre del 2016. Está a préstamo en el Turnovo hasta el primer semestre del próximo año. De no darse una renovación espera escalar a otra Liga.
Su doble nacionalidad (español-ecuatoriano) le ayuda bastante. No le da problemas con la visa como sucede con su esposa a quien aspira tramitarle los papeles el próximo año en Sofía, Bulgaria. “Era duro no estar con ella. Así que preferí quedarme en el hotel donde ya tenían asignados los puestos para cada jugador”.
Las caminatas eran sus preferidas en sus tiempos libres aunque también decidió concentrarse en sus estudios a distancia en Marketing. En la actualidad va camino al tercer año en la Universidad San Francisco de Quito. (BST)-(D)
Detalles
Tres personas administran el Turnovo. Según Matute, el presidente no se pierde un partido ni entrenamiento. A pesar que el Club tiene un estadio en Strumitsa, donde se juega hasta partidos de la UEFA, prefiere jugar en el estadio del pueblo que lleva su nombre.
Los entrenamientos cumplen en tres canchas: la del estadio, la sintética en caso de lluvias y otra a tres minutos de su sede. Algo que llamó la atención a Matute fue que después de cada entrenamiento no falta el masajista ni el agua con hielo para la recuperación.
A Turnovo lo describe como un pueblo agricultor donde no tienen cabida las marcas de multinacionales.
Matute dejaría Ecuador a finales de enero para sumarse a la pretemporada de su equipo en Turquía. Hasta entonces espera que le permitan entrenar en el Deportivo Cuenca.
Fuente: Diario El Mercurio.