Gabriela Rivadeneira advierte plan de “calentamiento de calles”
Quito, (EFE).- La presidenta de la Asamblea Nacional, la oficialista Gabriela Rivadeneira, advirtió de un supuesto plan de “calentamiento de calles”, como estrategia de la oposición para intentar desestabilizar al Gobierno del presidente Rafael Correa.
Lamentó también que ciertos sectores sindicales e indígenas, que acometen acciones de protesta contra el régimen, no hayan acogido un llamamiento al diálogo efectuado por la administración, tras asegurar que sólo ese proceso de acercamiento permitirá enmendar las debilidades.
El actual es un momento que requiere “de mucha sensatez, de mucha paz”, aseveró Rivadeneira en una entrevista con Efe, en la que aseguró que el diálogo debería constituirse en la “principal herramienta de conducción y construcción política”.
Remarcó que hay sectores de la oposición que “han aprovechado” la coyuntura para intentar generar una mayor intranquilidad social en el país.
Se ha observado en “los últimos meses de este año una estrategia de movilización y de calentamiento de calles permanente”, opinó Rivadeneira que a su vez aseguró que hay sectores del movimiento indígena y sindical “respaldando el proceso” de diálogo al que ha convocado el Gobierno.
Aceptó que la actual administración pudo haber “cometido errores”, pero señaló que reconocerlos es un paso para que se abra un diálogo con la sociedad para “establecer una hoja de ruta” que permita “solucionar y enmendar” esos desaciertos.
Rivadeneira recordó que el Gobierno ha aceptado ciertas “rectificaciones” sugeridas por el sector sindical para reformar un decreto que, según las centrales obreras, lesiona el derecho a la organización en el sector público.
Asimismo, dijo que en un proceso de “socialización” de un proyecto de Ley de Tierras, se han acogido inquietudes de sectores campesinos para mejorar la redistribución de la tierra.
Pero, para Rivadeneira, entre las peticiones de los grupos indígenas y sindicales, ahora en protesta contra el Gobierno, hay asuntos que no las entiende como la Ley de Aguas, que, según ella, favorece a las comunidades y regula la mala redistribución del recurso que se tenía en el pasado.
También cuestionó la demanda de que se archive un proyecto de enmiendas constitucionales, que se tramitan en el Parlamento, que incluyen la reelección indefinida de las autoridades designadas por voto popular.
Ese capítulo asusta a los opositores, que temen que facilite la reelección indefinida del presidente Correa, a lo que la jefa del Legislativo aseguró que esa reforma sólo permite la postulación.
“No se puede coartar la posibilidad de una postulación”, añadió y dijo que lo que busca esa reforma es mejorar el derecho al voto de los ecuatorianos.
Rivadeneira señaló estar dispuesta a conversar con todos los sectores sociales, pero aseguró que hay grupos de oposición que “no aceptan el diálogo” y que están empeñados en “generar el caos” para mantenerse activos en la vida política.
Eso porque, según recordó, los ecuatorianos están “a las puertas de un año pre-electoral”, ya que el próximo será la antesala para los comicios presidenciales de 2017.
Sobre todo apuntó a grupos de derechas como responsables de llevar adelante el llamado “golpe blando”, como denominó a una supuesta estrategia de carácter internacional de sectores poderosos para desestabilizar a los gobiernos progresistas de la región.
Ante la paralización nacional convocada por la mayor central obrera del país, el Frente Unitario de Trabajadores, y el “levantamiento indígena”, Rivadeneira dijo que quienes no están con las protestas se dedicarán a “trabajar”.
La Asamblea, añadió, se reunirá con jóvenes para elaborar “una hoja de ruta” para ese colectivo, así como un debate con comunidades campesinas y agrícolas para profundizar lo que denominó “revolución agraria” en el país. EFE