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La movilización indígena se organiza con cautela

En las reuniones que se efectúan entre los líderes indígenas de la Amazonía ningún extraño es bienvenido. La dirigencia discute las estrategias de movilidad que adoptarán los pueblos de la Amazonía para sumarse a la marcha convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

Los detalles logísticos se manejan con absoluta reserva. Por ejemplo, la ruta que seguirán para avanzar hasta la Sierra centro, donde se reunirán con los marchantes que parten este 2 de agosto desde Tundaime, en Zamora Chinchipe, así como los días en los que se iniciarían las movilizaciones desde las comunidades de Morona Santiago y Pastaza.

Es que mantenerse cautelosos ante las posibles trabas que, según ellos, les colocaría el oficialismo para evitar que la marcha avance a Quito y que el paro nacional tenga éxito, es por ahora su prioridad.

“Nuestras estrategias políticas se discuten a nivel interno porque conocemos a este Gobierno represivo. Nosotros no nos estamos preparando para una guerra, no nos estamos armando porque no queremos violencia sino democracia”, afirma el asambleísta José Acacho. Por ello, pidió a las fuerzas del orden que “se abstengan de reprimirnos”.

Él caminará desde Tundaime junto con los demás dirigentes indígenas de las tres regiones del país. Mientras que las comunidades a las que representa se sumarán a la marcha en el trayecto. De modo general, los dirigentes anunciaron que los amazónicos se concentrarían en una de las comunidades de Puyo y caminarían hasta Salasaka (Tungurahua).

El encuentro con los marchantes del sur está previsto para el 8 de agosto. Es una fecha tentativa, pues las decisiones se tomarán sobre la marcha. “Nos comunicaremos constantemente con nuestros hermanos que estarán listos para salir a recibirnos, a medida que vayamos pasando los obstáculos que sabemos que tendremos en el camino”, argumenta Acacho.

Sin embargo, el lugar en el que se unirán las fuerzas de los indígenas de la Sierra y de la Amazonía aún es una incógnita y se informará horas antes del encuentro. “Son estrategias políticas que no podemos revelar”, dijo en tono cortante uno de los líderes comunitarios que acudió a la cita y prefirió no identificarse. Del mismo criterio fue Jorge Herrera, presidente de la Conaie. Sostuvo que será pacífica y que es el Gobierno el que habla de violencia.

Uno de los sitios estratégicos en los que piensa la dirigencia es Riobamba, pues está en el centro del país y una gran cantidad de marchantes se sumaría en esta provincia. Se prevé que al menos unas 100 000 personas de la nacionalidad Puruhá acudan en representación de Chimborazo.

Por el momento, en las organizaciones de base se realizan reuniones para difundir las medidas planificadas por la dirigencia. Ayer (28 de julio), por ejemplo, se realizó en Macas una reunión a la que acudieron los alcaldes, concejales, prefectura y presidentes de las juntas parroquiales electos por Pachakutik.

“Estamos socializando lo que resolvió la Conaie en la asamblea anual. Estas reuniones son sumamente importantes en la coordinación de nuestras acciones de protesta. El diálogo ya no funciona para nosotros cuando hay una persecución política a nuestros dirigentes”, dice Santiago Kawirim, coordinador de Pachakutik de Morona Santiago.

En esta provincia gran parte de las comunidades no irá a Quito, sino que participará en un cierre de vías que se liderará desde Macas.

 

Fuente: El Comercio