Noticias

Trazada la ruta indígena que se sumará al paro del 13 de agosto

El movimiento indígena se prepara para un proceso de movilización que pondrá a prueba su poder de organización y de convocatoria a nivel nacional.

Será en rechazo a varias decisiones gubernamentales, que van desde leyes hasta derechos o que abarcan ámbitos diversos como el agro y la educación.

La jornada arrancará oficialmente el domingo 2 de agosto y se extenderá hasta después del 13 de ese mes, fecha en la que colectivos de trabajadores han convocado a un paro nacional.

Las autoridades de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), gremio que llama a la movilización, han dicho que la protesta será indefinida.

Sus acciones empezarán en las provincias, sobre todo las del Austro o cercanas. En Azuay, por ejemplo, habrá una marcha por el centro de Cuenca, este viernes, informa el coordinador provincial de Pachakutik (PK), Ángel Cartuche.

La actividad antecederá a un consejo de ese movimiento político en el cantón Girón (Azuay), y al traslado de una delegación hasta la parroquia Tundayme, en El Pangui (en Zamora Chinchipe).

Desde el sábado 1 de agosto, esta localidad será el punto de encuentro de los grupos de base de la Conaie para la movilización que empezará al día siguiente. Desde Tundayme avanzarán hacia el norte, pasando por varios cantones de la Sierra hasta llegar a Quito el día 13 y sumarse al paro convocado por los sindicalistas.

Pero antes, el lunes 10, habrá un “levantamiento indígena”, según resolvió la Conaie en su asamblea del 17 y 18 de julio.

Dirigentes indígenas explican que se escogió esa fecha por ser “histórica” para el país. El 10 de agosto se recuerda el Primer Grito de Independencia contra el dominio español, de 1809.

Ese término “levantamiento” genera varias interpretaciones.

Floresmilo Simbaña, responsable del fortalecimiento organizativo de la Conaie, dice que implica una manifestación “masiva” de rechazo en varias provincias. No cuantifica cuán masivo será, pero sí refiere que las resoluciones de la última asamblea tuvieron el apoyo de las 14 nacionalidades indígenas. Y resalta que la medida no solo prevé la participación de los indígenas, sino de la “mayoría de organizaciones sociales”.

El prefecto de Zamora Chinchipe, Salvador Quishpe, dice que por eso se “invita” a todos los sectores a participar en lo que él denomina una “iniciativa de los indígenas”. Y justifica la palabra: “Es por la magnitud de los problemas que se viven; son muy fuertes y necesitan de una expresión a ese nivel, no es una simple marcha y tampoco algo de un día”.

El presidente del Movimiento Indígena de Cotopaxi, Julio César Pilalumbo, explica que será un “levantamiento” por dos motivos: busca retomar la unidad del sector y reivindicar su identidad. “Vamos a reclamar por la educación intercultural, los derechos colectivos”, refiere a modo de ejemplo.

El primer levantamiento indígena fue en 1990, durante el gobierno de Rodrigo Borja. Cuatro años más tarde hubo otro durante la gestión de Sixto Durán-Ballén.

Ambos contemplaron medidas como marchas hacia Quito, protestas en varias provincias y el bloqueo de carreteras.

Simbaña y Quishpe no descartan esto último en la actual convocatoria.

El mandatario Rafael Correa dijo en su enlace pasado que no se permitirá que se dañen las carreteras ni el cierre de caminos “atentando contra el derecho de los demás”. “Que el 2 de agosto empieza la marcha en Zamora, no sé a qué rato trabaja este prefecto Quishpe si vive marchando y seguirá marchando en las urnas también; luego el 10 de agosto levantamiento indígena ¿contra qué?, los indígenas ya pueden acceder a la universidad, y el 13 de agosto el paro nacional ¿contra qué?, ¿contra los salarios más altos de la región andina?”.

En los 90 los manifestantes consiguieron que el régimen de turno acogiese sus pedidos. Ahora esperan rectificaciones del régimen, y aclaran que no irán al diálogo por él invitado.

Será el tercer proceso de movilización organizado por el sector indígena con el carácter de nacional, en lo que va de la gestión de Correa, que empezó en 2007. El primero fue en 2009 y el segundo en 2012; ambos en contra del entonces proyecto de Ley de Agua.

En estos tres años, según Pilalumbo, no han vuelto a convocar a escala nacional porque el régimen ha “intentado” dividir a ese y otros sectores. (I)

Fuente: EL Universo