Mundo: Papa Francisco dejó ayer su continente
Con una visita a los más desfavorecidos, las cerca de 23.000 familias que viven en el suburbio del Bañado Norte, en Asunción, y una misa a la que asistieron un millón de personas y que fue un auténtico homenaje a la cultura popular y guaraní del país, terminó la visita del papa a Paraguay.
Francisco celebró una misa multitudinaria que cerró su gira por Latinoamérica en la que también visitó Ecuador y Bolivia.
“Sé bien cuánto se quiere al papa en Paraguay. También yo les llevo en mi corazón y rezo por ustedes y por su país”, fueron las palabras con las que Francisco terminó la ceremonia y que sonaron a despedida de este viaje.
Francisco comenzó el día con una visita a los habitantes del Bañado Norte, una de las zonas más pobres de la capital paraguaya, donde criticó la “fe no solidaria” y “mentirosa” de quien va a misa, pero no sabe lo que ocurre en los barrios marginales.
Tras caminar por las calles del suburbio, donde viven 23.000 familias, el Pontífice afirmó que “una fe que no se hace con solidaridad, es una fe muerta. Es una fe sin Cristo, una fe sin Dios, una fe sin hermanos. Una fe mentirosa”.
A la misa también acudió la presidenta de argentina, Cristina Fernández, quien estuvo sentada en la zona de autoridades junto con el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, y al final de la eucaristía subió al altar para saludarlo regalarle un cuadro.
Ecuador y Bolivia
Pero además de su visita a Bolivia, Francisco visitó en su primera gira oficial por el continente americano a Ecuador y Bolivia, el viaje inició el pasado 5 de julio en Quito.
Durante las eucaristías celebradas en el parque Samanes de Guayaquil y el Bicentenario de Quito, Francisco emitió mensajes a cerca de dos millones de fieles sobre la importancia de la familia como núcleo de la sociedad.
Además se reunió con representantes de sectores educativos, religiosos, sociedad civil y en varias ocasiones rompió el protocolo para acercarse a los fieles. Esta era la segunda vez que un Papa visita la ciudad, la primera vez fue en 1985 cuando llegó Juan Pablo II.
En la segunda escala de su viaje en Bolivia, la visita se realizó entre momentos y discursos de significación evangélica, pero también política, algunas inesperadas para él.
Por ejemplo, el Papa pronunció la noche del jueves el discurso más extenso hasta ahora de su gira por Suramérica durante el II Encuentro Mundial de Movimientos Populares, al que asistieron organizaciones sociales y sindicales de varios países. Allí Francisco pidió “humildemente perdón”, por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista. (I)
Fuente: Diario El Tiempo