Ecuador: El CNE busca ganar credibilidad luego de siete años
Paúl Salazar es el nuevo presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE). Ayer fue elegido en la primera sesión del organismo, gracias a los votos de los nuevos integrantes, Carlos Tayupanta y Gloria Toapanta, quienes fueron posesionados una hora antes por la Asamblea Nacional. Y Tayupanta se quedó con la vicepresidencia. Al Consejo de Participación Ciudadana (Cpccs) le queda preparar el proceso de renovación parcial del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), previsto para marzo. Así dará cumplimiento a la normativa que establece que la entidad electoral, compuesto por el CNE, administradora de los comicios, y el TCE, encargado de la justicia electoral. Esa es la estructura del sistema electoral, que fue modificado en la Constitución de Montecristi. En 2008 desapareció el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que fue reemplazado por estos dos organismos. Siete años después, “la experiencia ha sido mala”, afirma Simón Pachano, académico especialista en ciencia política y procesos electorales. Como principio, dividir a la Función Electoral en dos es positiva, para separar los procesos administrativos de los judiciales. Así se evitaría que los vocales sean “juez y parte” al momento de solucionar controversias. Esa era una de las principales críticas contra el TSE, que estaba conformado por siete representantes de los partidos políticos más votados y eran seleccionados por el Congreso. Pero esto solo se sucedía cuando se trataba de cobrar multas. Medardo Oleas, expresidente del TSE, coincide. En su análisis del período democrático entre 1979 y 2007, afirma hubo un buen manejo de los procesos electorales, pero que su falencia fue el control de las resoluciones en el ámbito legal, “donde pesó más la relación partidista”. El caso más recordado es cuando el candidato Álvaro Noboa sobrepasó el límite del gasto electoral y pagó la multa con un valor menor. La Asamblea Constituyente decidió romper con esos parámetros. No solo dividió la Función sino que eliminó la presencia partidista en ella. Para ello, en Montecristi, se creó el Cpccs, encargado de designar a las autoridades con un concurso. “Un organismo absurdo y dependiente del Gobierno”, en palabras de Pachano, que le restó demasiadas atribuciones al Legislativo. El Cpccs “se ha vuelto más bien una correa de transmisión del Ejecutivo, gracias a lo cual ahora el Gobierno ha situado a personas que siguen sus posiciones en todos los poderes del Estado”, asegura el analista Jorge León, en su estudio ‘Perspectivas del sistema Correa’. Estos cambios sucedieron en un contexto caracterizado por la crisis de los partidos tradicionales y el predominio del fuerte liderazgo del Mandatario. Los entonces aliados del Gobierno lo apoyaron, “se subieron a la ola porque pensaron que podrían ‘surfear’”, dice Pachano, pero no fue así. El Partido Sociedad Patriótica busca que las agrupaciones políticas vuelvan al CNE, bajo el argumento de que no existe la participación política ni ciudadana en la entidad. ¿Por qué volver atrás? Si bien la crisis partidista dio la ventaja a Alianza País, a ojos de la oposición y de la opinión pública, el mejoramiento del sistema electoral no se ha cumplido. Si bien Domingo Paredes, hasta ayer presidente del CNE, consideraba como exitosa que la confianza ciudadana hacia el organismo haya subido del 3 al 35% . Pero las diferencias entre el TSE y el CNE van más allá. En este, existen las juntas intermedias de escrutinio, que ha levantado críticas por la dificultad para verificar los resultados. Si bien el fantasma del fraude ha existido siempre, con el TSE. En 1988,León Febres Cordero acusó de fraude la victoria de Rodrigo Borja. Y en 1998, Álvaro Noboa reclamó la victoria de Jamil Mahual. Pero nunca se los pudo comprobar. La mayoría de reclamos tenían motivaciones de escándalo político para sembrar la duda. Era más un problema de imagen. Tampoco con el CNE. Pero sí se lo cuestiona su cercaníasu cercanía al Gobierno. De 2008 a 2011, el CNE fue presidido por Omar Simon, actual secretario particular del Mandatario. Y, de 2011 a 2014, por Paredes, exsecretario nacional del Agua. De cara al futuro, el escenario es más complejo de lo que parece. Una vez ensamblada toda esta estructura en las funciones Electoral y de Transparencia, no habrá Gobierno que quiera dar marcha atrás, lamenta Pachano. ¿Quién podría desperdiciarlo? Las cercanía entre las Funciones y el Ejecutivo es innegable. Basta recordar el episodio de los exhortos para evitar las sabatinas en elecciones. El Mandatario se impuso y Paredes aceptó que a veces Correa sobrepasaba su autoridad. Esto no sucedía con el TSE. Para Pachano, “nunca ha habido un alineamiento tan fuerte del organismo electoral con el Gobierno”. Ayer, Salazar, quien fue tres años vicepresidente, ahora dirige esta función. Y su trabajo comenzará con un diagnóstico del organismo e implementar una política de innovación. En contexto La renovación parcial del CNE sucede cada tres años. En esta primera ocasión, Domingo Paredes y Roxana Silva fueron reemplazados por Carlos Tayupanta y Gloria Toapanta, quienes fueron posesionados ayer en la Asamblea Nacional. Rostros del TSE 2007. Jorge Acosta, fue el último presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE) a nombre del PSP, del 10 de enero de 2007 al 17 de octubre de 2008. 2005. Xavier Cazar, del PSC, fue presidente luego de la renuncia de Gilberto Vaca (PSC)y Vicente Naranjo (Pachakutik). Se eligieron tres vocales nuevos. 2005. Después de la caída de Lucio Gutiérrez, el Congreso reestructura de nuevo el TSE. Gilberto Vaca, también del PSC, dirigió el Tribunal por siete meses. 2004. Una mayoría formada por siete partidos en el Congreso reestructura la conformación del organismo electoral. Wilson Sánchez, del Prian, dirigió el TSE.
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