Enderica, un motivador con hambre por la gloria
Los mejores nadadores del país y los más exitosos en 2014 entrenan en Cuenca bajo la batuta de Juan Fernando Enderica, el estratega de natación más laureado de los últimos años.
El mayor del clan Enderica se ha transformado en un entrenador de alto rendimiento capaz de poner a sus pupilos frente a frente con los braceadores más sobresalientes del mundo. “Si no son los mejores del mundo, no descansaremos”, afirma para explicar la clave del éxito.
Siempre se muestra tranquilo y sereno ante las cámaras, que por lo general vienen a buscar a sus “muchachos” que son los que se llenan de medallas en cada competencia internacional. “Los entrenadores estamos para eso, no queremos ser famosos sino que nuestros chicos sean los que brillen”, cuenta con una calma envidiable.
A pesar de haber concluido la temporada 2014 con éxito, Juan Enderica ya planifica el 2015 y no escatima tiempo para sentarse con sus deportistas a ver las perspectivas del siguiente año. “Ellos saben que esto es así”, dice con firmeza.
Método
El entrenador cuencano, de 35 años, inició el sueño de formar competidores de primer nivel desde 2007 cuando decidió alejarse completamente de las competencias como deportista; lo hizo con una medalla de oro sudamericana en la categoría máster.
Sus primeros pupilos fueron sus hermanos: Santiago y Esteban, quienes desde temprano comenzaron a lucir la bandera tricolor. A partir del éxito alcanzado con ellos, su meta fue convertirse en un entrenador de alto rendimiento.
Actualmente su equipo está formado por Esteban y Santiago Enderica y Samantha Arévalo; el juvenil Fernando Armijos; Belén García, deportista paralímpica, y la triatleta Elizabeth Bravo. Todos con títulos bolivarianos y sudamericanos en su palmarés.
“Para mantener la unión del grupo hay que saber interpretar a cada uno de ellos y lo primero es saber entenderlos porque un adiestrador es un amigo y luego un padre. Cada uno merece la atención debida en el momento justo”, dice y confiesa que es muy difícil ser un entrenador de deportistas élite.
“El entrenador se convierte en psicólogo, en médico y en masajista. Debes duplicarte en los entrenamientos y en las competencias; vives con nerviosismo la intervención de cada uno de tus deportistas y cuando compiten lejos y tú no estás presente, la tensión es doble; pero, a pesar del nervio que vivas nunca debes trasmitir eso a tus nadadores. Debes hacerles sentir un ganador”, comenta.
Enderica dice que la motivación es fundamental porque el talento y la técnica puede ser innata en un deportista, pero la confianza es lo que hace la diferencia.
“Si no motivas a tus muchachos no puedes ser entrenador. Antes de cada competencia yo les digo que son los mejores y les recuerdo todo el sacrificio que costó estar ahí. Si el deportista no cree en sus condiciones nadie lo hará”, puntualiza.
La clave de su éxito tiene como pilar fundamental el “hambre” inculcado a todos sus braceadores. “Entendimos que no somos inferiores a nadie. Si tenemos una medalla nacional hay que ir por una bolivariana, luego una sudamericana y así en escalón. La meta es un mundial y una olimpiada; jamás debemos conformarnos”, dice para comentar que en el país existe el suficiente talento humano para imponer un estilo propio de desarrollo deportivo de calidad. (RCC) (D).
Fuente: Diario El Tiempo.